La ciudad china de Wuhan, donde empezó la pandemia de Covid-19, cumple un año de ser confinada por primera vez. En las calles, las personas aún usan mascarillas.
La mañana del 23 de enero de 2020, hace un año exactamente, una ciudad china de 11 millones de habitantes amaneció clausurada por completo. Calles desiertas y la gente metida en sus casas, en medio del pavor por una enfermedad de la que se sabía poco.
Se trata de Wuhan, ciudad en el centro de China, y considerada el epicentro de la pandemia de Covid-19. Fue además la primera ciudad en el mundo en ser confinada por un Gobierno con la intención de frenar los contagios.
Tras la cuarentena decretada por China, llegaron los días más terribles. Los enfermos se multiplicaban y los hospitales, sin medios ni personal suficiente para luchar contra el coronavirus.
"Era como enfrentarse a algo invisible e impredecible, no sabíamos si de repente nos íbamos a contagiar todos o si algún día podríamos salir de casa", expresa Yu Xingwen, una joven estudiante.
Un año más tarde, Wuhan es casi una ciudad normal, según reportan las agencias de noticias.
Un artista callejero en el muelle de Wuhan, el 23 de enero de 2021. EFE
Varias personas pasean junto al muelle de Wuhan, el 23 de enero de 2021. EFE
Tiene una animada vida cultural y nocturna, las tiendas comerciales están abiertas, pero pocos se atreven a quitarse la mascarilla en las calles.
Lo cierto es que quedan muchas heridas todavía por cicatrizar en Wuhan, capital de la provincia de Hubei.
Este 23 de enero de 2021, muchos de los habitantes salieron a curiosear por las calles comerciales o pasear por sus playas fluviales junto al río Yangtsé.
"China está muy preparada y está combatiendo el virus muy bien", dice Zou Liang, un diseñador wuhanés, de 40 años, antes de sumergirse en las aguas del río.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Wuhan reporta más de 68.000 casos confirmados de Covid-19 y en los últimos meses no registra nuevos contagios.
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