Así es como la empresa privada aporta para enfrentar la crisis energética y avanza con energías limpias. Conoce el ejemplo de Claro.
Por la falta de lluvias en los embalses, Ecuador enfrenta cortes de luz desde mediados de abril. Esta crisis energética ha provocado un déficit del suministro de 1.000 megavatios de potencia. Esto significaría el 22% de la demanda máxima de electricidad del país, según las autoridades del ramo.
En este contexto, el sector público busca otras soluciones como la contratación de tres barcazas en los próximos días, para lo cual se espera la entrega de información estandarizada por parte de las firmas ofertantes. A ello se suma, la opción de importar gas natural como fuente alterna.
Sin embargo, el sector privado también busca paliar las consecuencias de la situación energética. Por ejemplo, la empresa de telecomunicaciones Claro pone todo su contingente para la continuidad del servicio, autoabasteciendo el 25% de su demanda total de energía eléctrica con fuentes renovables de hidroeléctricas privadas.
A la vez se ejecutan programas para reducir el consumo energético y aumentar la eficiencia de su operación, que incluye la modernización de equipos con tecnologías eficientes.
La suma de estas acciones aporta al esfuerzo compartido de mejorar las condiciones de abastecimiento energético del país, y al mismo tiempo disminuye la huella ambiental de la empresa al representar una reducción de más de 7.700 toneladas de CO2e anualmente.
De esta forma, Claro ratifica su compromiso de conectar y fomentar el desarrollo sostenible del país.
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