La Asamblea repudia declaraciones del presidente Daniel Noboa en The New Yorker

La Asamblea Nacional ingresó en la discusión sobre las polémicas declaraciones del presidente Daniel Noboa en la revista The New Yorker, donde, entre otras cosas, comentó sobre los mandatarios de la región e incluso dijo que había un plan para asesinarlo.

La mañana de este 20 de junio, el Pleno aprobó una resolución para repudiar las expresiones de Noboa, publicadas en un artículo escrito por el reconocido periodista Jon Lee Anderson.

El legislador de la Revolución Ciudadana (RC), Blasco Luna, fue quien hizo la moción este jueves, y calificó como una vergüenza lo dicho por Noboa.

En la resolución se plantea, entre otras cosa, que el Gobierno ofrezca disculpas a los mandatarios como Gustavo Petro, de Colombia, quien fue calificado como “snob de izquierda”.

Luna hizo mención especial del caso de Petro, porque es el presidente de Colombia, país que vende energía a Ecuador en medio de la actual crisis energética.

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La moción del correísmo encontró respaldo entre la bancada del Partido Social Cristiano (PSC) que hizo una breve reseña del perfil de Lee Anderson.

Además, el PSC pidió sensatez al Mandatario y dijo que se deben emitir disculpas públicas a los presidentes de la región.

Durante el debate, la asambleísta oficialista de ADN, Valentina Centeno, aseguró que la nueva mayoría legislativa busca "declarar la incapacidad mental" del presidente Noboa, y así lograr su destitución del cargo.

Aseguró que el reportaje realmente hablaba de la lucha del gobierno contra los grupos criminales, pero la “vieja política” se ha centrado en otras declaraciones que no han tenido la reacción ni de los propios mencionados.

¿Qué contiene la resolución?

La moción que se debatió en el Pleno tiene cuatro puntos:

1. Rechazar y condenar enérgicamente, como ente máximo de representación del pueblo ecuatoriano, las inoportunas, improcedentes, inapropiadas, inconvenientes y desafortunadas declaraciones emitidas por Noboa contra los presidentes de la región (...) por constituir una grave afectación la imagen internacional de Ecuador y una afrenta directa a dichos mandatarios y los pueblos hermanos que representan.
2. Exhortar al Presidente Constitucional de la República, que se abstenga de emitir criterios personales y se ciña a su condición de primer mandatario, que le obliga dar declaraciones de manera prudente y responsable, en procura de mantener las relaciones internacional armoniosas y de respeto absoluto a los estados hermanos.
3. Extender disculpas públicas a los presidentes de El Salvador, Colombia, Chile y Argentina mencionados por el presidente Daniel Noboa en el reportaje The New Yorker y, por su digno intermedio, a los pueblos hermanos de estos países, ante las inoportunas, improcedentes, inapropiadas, inconvenientes y desafortunadas declaraciones publicadas en el revista The New Yorker.
4. Disponer y autorizar al Presidente de la Asamblea Nacional, para que en representación de la misma envíe atentas comunicaciones individuales a cada uno de los mandatarios de la región.

La resolución fue aprobada el con voto favorable de 86 asambleístas de la Revolución Ciudadana, Partido Social Cristiano (PSC), Construye y algunos independientes.

El enojo del oficialismo

Tras la votación, el oficialismo insistió que detrás de esta resolución hay un intento de “tomarse el poder” a la fuerza.

El asambleísta César Umajinga, de la bancada de ADN, aseguró que lo que la mayoría pretende con este tipo de acciones es desgastar la imagen del mandatario.

“En democracia hay que respetar la elección que hizo el pueblo ecuatoriano. Respetemos el orden democrático y será el pueblo ecuatoriano, que es sabio, el que decida si reelige o no, pero hay que respetar la soberanía”, señaló Umajinga.

Oposición: Hay mucha paranoia

Jorge Acaiturri, del Partido Social Cristiano (PSC), aseguró que hay “mucha paranoia” desde el Gobierno en este y otros temas que se resuelven en la Asamblea.

“Aquí lo que se planteó es un rechazo a las declaraciones del presidente en The New Yorker, que fueron desafortunadas. Pero de ahí a que se quiera declarar loco al presidente, no tiene fundamento. Son la vieja política representada por políticos nuevos”, agregó.

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