La escombrera El Troje, ubicada en el sur de Quito, dejará de funcionar en octubre de 2025. El cierre técnico arrancó con la siembra de árboles.
La mañana del 22 de mayo de 2024, el Municipio de Quito inició el cierre técnico de la escombrera El Troje con la plantación de 4.000 árboles nativos.
María Fernanda Racines, alcaldesa subrogante de la ciudad, dijo que esta adtividad da inicio “a una transformación, lo que era una escombrera va a pasar a ser un pulmón para nuestra ciudad.
La escombrera El Troje empezó a operar marzo de 2015 con el objetivo de que Quito cuente con un espacio exclusivo para la disposición de escombros, recordó el gerente de la Empresa de Gestión de Residuos Sólidos (Emgirs), Santiago Andrade.
Este espacio tiene un área aproximada de 44 hectáreas y se tiene pensado que esté en funcionamiento hasta octubre de 2025. Hasta esa fecha se tiene previsto que reciba un millón de metros cúbicos de escombros.
Santiago Sandoval, secretario de Ambiente, agregó que "es muy importante hacer el cierre técnico. Aunque estará aún en funcionamiento, nosotros iniciamos los procesos y así entender la importancia de recuperar las áreas.
En total, la Emgirs tiene previsto recuperar ocho hectáreas con especies como guaba, cerezo, cedro, calistemo, yaloman, lo que permitirá integrar este espacio al Parque Metropolitano Sur.
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