Mayra Salazar, una de las procesadas en el caso Metástasis, pidió precautelar el contenido de esa agenda. Y ratificó el temor por su vida.
El viernes 16 de febrero de 2024, Leonardo Toledo Torres, abogado de Mayra Salazar, entregó en la Fiscalía General una agenda para que sea conservada en cadena de custodia, dentro del caso Metástasis.
Se trata de una agenda de color negro, de tamaño pequeño. Según Toledo, esa especie de cuaderno "contiene manuscritos con información que contribuye" a la defensa de Salazar. Pidió que sea guardada en el Laboratorio de Criminalística.
Además, a través de su abogado, Salazar había pedido que la Fiscalía reciba su versión sobre el caso. Esto ocurrió el mismo viernes 16. Sin embargo, la versión fue corta.
Salazar aseguró que a partir del 14 de febrero de 2024, cuando había solicitado rendir su versión, recibió "todo tipo de amenazas" contra su vida. Por lo que -agregó- no tiene las garantías necesarias para dar su testimonio y se negó a responder preguntas.
Salazar está detenida en la Casa de Confianza de Chillogallo, en Quito. Y aseguró que en lugar se han dado "movimientos inusuales". Relató que en un pabellón de ese centro están tres procesadas por el caso Metástasis y que el día anterior a su versión, ingresaron también otras 12 personas que ya han sido sentenciadas por otros delitos.
¿Quién es Mayra Salazar?
Mayra Salazar fue detenida a mediados de diciembre de 2023 como una de las piezas del caso Metástasis. Para esa fecha, aún trabajaba como comunicadora institucional de la Corte Provincial de Justicia del Guayas.
Según su perfil de LinkedIn, antes trabajó en el ámbito privado en el área Comercial de TC Televisión. En el sector público, fue parte de equipo de Cristina Reyes (PSC) entre 2020 y 2021 en la Asamblea, y luego también trabajó con ella en el Parlamento Andino, entre enero y abril de 2023.
En el caso Metástasis, la Fiscalía investiga una estructura de corrupción, que manejó Leandro Norero desde prisión para buscar la impunidad.
Esta mujer era uno de los contactos con los que Norero se comunicaba desde la Cárcel de Cotopaxi. Los chats fueron hallados en 15 teléfonos, tras el asesinado del narcotraficante, en octubre de 2023.
Según esos chats, Salazar habría ayudado a Norero en dos causas judiciales: en el caso por lavado de activos en su contra y en el habeas corpus de su hermana. En el caso de lavado, por ejemplo, ella era una de las intermediarias con el juez Ronald Guerrero, alias "Momia".
Además, según los mensajes, también se colige que Salazar tenía una relación sentimental con Norero.
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