El gerente del Metro de Quito, Efraín Bastidas, asegura que no recomendó la contratación del Consorcio GMQ y niega que haya recibido sobornos.
Tres días después de que la Fiscalía Anticorrupción de España iniciara investigaciones sobre un presunto pago de sobornos en el Metro de Quito, el gerente del Metro, Efraín Bastidas, organizó una rueda de prensa para aclarar el papel que cumplió en esta trama.
Bastidas recordó que el contrato firmado entre el Consorcio GMQ y el Metro de Quito por USD 15 millones se remonta a 2013 cuando él era técnico, "un cargo que tenía cuarto nivel de decisión".
Por este contrato, la Fiscalía española acusa al consorcio de pagar USD 1,2 millones en sobornos a funcionarios ecuatorianos.
Bastidas negó que haya recibido algún pago, a pesar de que participó en la Comisión Técnica que recomendó la adjudicación del contrato a GM. "Solo fui parte durante las primeras etapas de esa comisión porque viajé a España a estudiar una maestría".
Además, dijo que la decisión de contratar al consorcio fue de la gerencia de aquel entonces, representada por Édgar Jácome.
Bastidas expresó que le "llama mucho la atención de que la investigación del periódico español El Confidencial se publique justamente cuando el Metro está buscando el operador que le permita funcionar a finales de 2022".
Sobre todo porque las investigaciones de la Fiscalía española apuntan a la empresa Bustren, que es parte del Consorcio GMQ. Sin embargo, señaló que Bustren recién se convirtió en parte del consorcio en 2017, mientras que el contrato fue firmado en 2013.
Durante su intervención, Bastidas criticó que las "altas jerarquías políticas de esa época se quieren lavar las manos sobre las implicaciones de este caso".
Colaboración con las autoridades
Bastidas dijo que la Empresa Metro de Quito mantiene conversaciones con la Fiscalía ecuatoriana para entregar toda la documentación que requiera el organismo.
Al mismo tiempo, informó que entregó información a la comisión municipal anticorrupción Quito Honesto acerca de los contratos celebrados entre el Metro de Quito y el Consorcio GMQ.
El funcionario reconoció que el consorcio sigue trabajando en el Metro de Quito brindando asistencia técnica. "Mientras no haya una sentencia, todas las personas y empresas somos inocentes", dijo.
Adelantó que si la justicia determina que el consorcio es culpable del pago de sobornos, la empresa pública Metro de Quito terminará el contrato.
Bastidas espera que este escándalo no impida que el Metro de Quito empiece a operar durante el último trimestre de 2022.
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