El migrante cañarense Washington Quizhpi, quien partió desde Ingapirca (Cañar) se encontró el viernes 4 de junio de 2021 con su familia en Baltimore (Estados Unidos).
Según la organización 1-800migrante, el joven comenzó su odisea el 31 de diciembre de 2020 cuando salió de su pueblo natal con el propósito de reunirse con su madre Salomé Quizhpi, quien reside en Estados Unidos desde hace 18 años.
Según un comunicado difundido por 1-800 migrante, Quizhpi llegó pronto a la frontera norte de México, desde donde intentó cruzar hacia Estados Unidos, pero fue detenido y expulsado hacia la mexicana Ciudad Juárez.
Allí el joven, que padece un enfermedad mental y discapacidad auditiva, se quedó solo y sin dinero deambulando por la ciudad, donde incluso fue atracado.
Su familia perdió contacto con él y lo consideró desaparecido. En su búsqueda de ayuda la familia llegó hasta 1-800 migrante, una organización privada que ayuda a los migrantes en tránsito hacia Estados Unidos.
Esta organización activó sus mecanismos de búsqueda y logró el testimonio de una mujer mexicana que publicó en redes sociales la foto de la cédula Quizhpi, quien deambulaba desorientado por el negocio de su familia en Ciudad Juárez.
Esa publicación fue clave, pues se confirmó que el joven cañarense seguía con vida. La organización en referencia coordinó con otros grupos grupos similares de México, así como con autoridades locales, que lograron rastrearlo y llevarlo a un albergue temporal mientras se resolvía su situación jurídica y recibía atención médica.
Quizhpi pudo ponerse en contacto con sus abuelos en Cañar, mientras abogados estadounidenses resolvían su ingreso a Estados Unidos, lo que finalmente logró concretarse.
Quizhpi se reunió primero con sus abuelos que llegaron desde Cañar a la ciudad de El Paso (Texas), para acompañarlo hacia su destino final en Baltimore (Maryland), donde reside su madre desde hace 18 años.
El reencuentro entre Washington Qhizhpi y su madre, Salomé Quizhpi, ocurrió finalmente la madrugada del viernes 4 de junio de 2021, luego de más de cinco meses de un viaje que se convirtió en una odisea.
William Murillo, vocero de 1-800 migrante, aseguró mediante un comunicado de prensa que "no es común contar una historia con final feliz, pero es importante que se conozca porque aun hay más de 140 migrantes ecuatorianos desaparecidos en la frontera entre México y Estados Unidos".
Murillo dijo que es posible encontrar a más personas si existe trabajo conjunto entre autoridades, instituciones públicas y privadas, ONGs, ciudadanos, abogados periodistas y organizaciones religiosas.
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