Según los fiscales, el grupo se inspiraba en teorías conspirativas del Estado profundo de QAnon y los Reichsbuerger, que no reconocen la legitimidad de la Alemania moderna.
Alemania detuvo a 25 integrantes y simpatizantes de un grupo de extrema derecha que, según la Fiscalía, preparaba un derrocamiento violento del Estado.
Según los fiscales, el grupo se inspiraba en las teorías conspirativas del Estado profundo de QAnon y los Reichsbuerger, que no reconocen la legitimidad de la Alemania moderna.
Para los detenidos, el "Deutsche Reich", mucho más amplio, sigue existiendo a pesar de la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
El complot preveía que un antiguo miembro de la familia real alemana, identificado como Heinrich XIII P.R., fuera el líder de un futuro Estado. Mientras que otro sospechoso, Ruediger v.P., era el jefe del brazo militar, según la Fiscalía.
Heinrich, quien usa el título de príncipe y procede de la Casa Real de Reuss, gobernó partes de Alemania oriental y se comunicó con representantes de Rusia, a quien el grupo consideraba su contacto central para establecer su nuevo orden.
No hay pruebas de que los representantes reaccionaran de forma positiva a la petición.
La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, declaró que el Gobierno responderá con todo el peso de la ley contra tales intentos de atentar contra el Estado.
Además, afirmó que las investigaciones posteriores revelarán el avance de los planes golpistas del grupo.
"Las investigaciones permiten vislumbrar el abismo de una amenaza terrorista del entorno de los Reichsbuerger", dijo Faeser en un comunicado.
Un soldado en activo y varios reservistas constan también entre los investigados, según declaró a Reuters un portavoz del servicio de inteligencia militar.
El soldado es miembro de la fuerza de élite KSK de la Bundeswehr, investigada en los últimos años debido a una serie de incidentes de extrema derecha.
Los investigadores sospechan que algunos miembros del grupo tenían planes concretos para asaltar la Cámara Baja del Bundestag, en Berlín, con un pequeño grupo armado.
En agosto de 2020, manifestantes asaltaron las escalinatas del edificio del Parlamento alemán, el Reichstag, algunos de ellos con banderas de extrema derecha, durante marchas multitudinarias contra los controles por el coronavirus.
La agencia de inteligencia nacional de Alemania estima que unas 21.000 personas pertenecen al movimiento Reichsbuerger. De estas, el 5% se considera de extrema derecha.
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