Con intervenciones sociales se prevé implementar comedores, programas de salud, cultura, deporte y becas en los sectores más vulnerables. Además, se busca incorporar a 5.000 nuevos policías ciudadanos y construir 10 cuarteles para metropolitanos.
El nuevo y ambicioso plan de seguridad del Municipio de Guayaquil incluye implementar comedores, programas de salud, cultura, deportes y becas (de tercer y cuarto nivel) en los sectores más vulnerables y violentos de la ciudad.
Además, se prevé la construcción de 10 cuarteles para policías metropolitanos.
El plan prevé la incorporación de 2.500 nuevos policías ciudadanos e incluso equipamiento tecnológico, como helicóptero o drones para el monitoreo aéreo.
Pero con la austeridad por la que atraviesa el municipio -con USD 99 millones menos de lo proyectado y un presupuesto en gran medida comprometido-, queda en duda en qué medida se podrá implementar el proyecto, al menos este año.
El plan tiene dos grandes componentes. Por un lado consta de una intervención social con diferentes direcciones municipales (con enfoque sobre niveles de violencia). Y, por otro, con un eje de seguridad (para combatir los delitos de oportunidad).
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, dijo que el presupuesto de la nueva Empresa Pública Municipal para el Control de Seguridad de Guayaquil Segura EP no es menor. Pero reconoció que sin el apoyo del Gobierno “no nos va a alcanzar nunca”.
“Nuestra función es trabajar con lo que tenemos, utilizar bien los recursos y optimizar el presupuesto, pero también presionar al Gobierno Nacional y en eso estamos”.
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil
Segura EP, creada a través de ordenanza, está aún en proceso constitutivo. Y su entrada en funcionamiento determinará el inicio de una serie de programas, entre ellos el reclutamiento del primer grupo de nuevos policías metropolitanos, según el Municipio.
Aunque, por ejemplo, ya se conectaron las cámaras de videovigilancia con inteligencia artificial instaladas en la ciudad a la base de datos estatales, para rastrear vehículos robados.
Mientras que el Municipio y la Policía reforzaron la seguridad en nueve planteles educativos del distrito Nueva Prosperina (noroeste).
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil, se refirió al plan de seguridad municipal tras un informe sobre cómo encontró el Municipio. API
Cuarteles y metropolitanos
Alvarez ratificó que su promesa de campaña es en realidad sumar 2.500 nuevos policías metropolitanos en los primeros seis meses de su gestión (es decir, hasta noviembre próximo). Y otros 2.500 policías ciudadanos en los siguientes seis meses.
Actualmente, el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (Cuacme) de Guayaquil cuenta con 702 miembros repartidos en dos turnos, lo que es insuficiente para la ciudad, según el alcalde. También se busca impulsar reformas para dotarlos al menos de armas no letales.
Además de la construcción de 10 cuarteles en diferentes zonas para los nuevos agentes, el plan de seguridad también contempla un nuevo centro de entrenamiento y de formación, tanto para el Cuacme como para la Policía Nacional.
En este sentido, Alvarez adelantó que el Municipio entregó en donación al Ministerio del Interior un terreno para una escuela de formación policial.
“Creemos que Guayaquil debe tener sus policías formados en la ciudad, con sentido de pertenencia y con mejores condiciones, porque van a estar en su lugar de residencia”.
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil
Así se busca mitigar la problemática de cientos de policías que son enviados a la ciudad desde otras provincias sin un lugar donde vivir en Guayaquil, con su familia en otro lugar, y quienes resultan ser “mal atendidos”.
Entrada a la cooperativa Balerio Estacio, en el distrito Nueva Prosperina, al noroeste de Guayaquil. PRIMICIAS
Desafío social y presupuestario
El propio plan de seguridad se plantea entre sus seis grandes objetivos gestionar recursos para las intervenciones. Entre las fuentes de financiamiento se mencionan aportes de la empresa privada o proyectos financiados por multilaterales.
El Municipio prevé además cobrar una tasa de seguridad, según el documento macro que el Municipio afina con la academia, sectores productivos y sociales.
Se trata de un tema espinoso, porque implicaría crear un tributo a viviendas (si se suma al impuesto predial, por ejemplo). PRIMICIAS consultó a la Municipalidad detalles sobre la tasa, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Mientras, otro gran reto será cómo reconstruir el tejido social en sectores como Monte Sinaí, en el distrito Nueva Prosperina (noroeste de Guayaquil).
Se trata de cooperativas de vivienda bajo dominio de bandas criminales como Choneros o Los Tiguerones, enfrentadas por territorio.
Los dirigentes barriales denuncian que dejaron de ingresar con brigadas y programas sociales este año, ante el alto riesgo de robo, extorsión y secuestro al que se someten el personal que ingresa a esas zonas.
El 86% de las muertes violentas de Guayaquil se generan en seis distritos: Nueva Prosperina, Sur, Pascuales, Portete, Esteros y Florida, zonas que deben ser intervenidas.
Nueva Prosperina, el más violento, es el principal. En los primeros siete meses del año se registraron allí 435 asesinatos, frente a las 154 del mismo periodo del año pasado. Es decir, se registra un aumento de homicidios del 182,47%.
La Municipalidad tiene identificados los nueve sectores donde se registran más delitos, por lo que deben ser priorizados, según el plan. Se trata de los subcircuitos Monte Sinaí 3 y 6, Paraíso de la Flor 3, Nueva Prosperina 2 y 3, Nuevo Guayaquil 1 y Flor de Bastión 8 y 9.
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