50 años del hallazgo arqueológico Real Alto, en Santa Elena, que cambió la historia precolombina del continente

Este 2024 se conmemoran 50 años desde el inicio de las excavaciones en el yacimiento arqueológico Real Alto, ubicado en el territorio comunal de Pechiche, provincia de Santa Elena. 

El sitio fue descubierto en 1971 por Jorge Marcos, quien junto a los comuneros Adán Lindao y Raymundo Quimí y Pizarro, hizo un hallazgo fortuito que cambiaría la historia de la arqueología en Ecuador.

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Desde sus primeras investigaciones, lideradas por el Dr. Donald Lathrap junto a un equipo de doctorandos de la Universidad de Illinois, Real Alto ha sido un referente crucial tanto a nivel nacional como internacional, desafiando y renovando la comprensión de la historia del continente.

El ahora Complejo Cultural Real Alto, con una ocupación que abarca más de 4.000 años, ha brindado una valiosa ventana a las culturas antiguas de la región, desde los primeros asentamientos de la fase Vegas, caracterizados por una precerámica y el inicio de la agricultura, hasta las fases tardías de Valdivia, conocidas por su notable producción cerámica.

Hallazgo en Real Alto

Entre los descubrimientos más destacados de Real Alto se encuentran las cerámicas más antiguas del continente, evidencias de edificaciones y plazas, la transformación del poblado a lo largo del tiempo y la identificación de la Diada más temprana, un rito que combina el uso del Spondylus y el Strombus, elementos que se convertirían en símbolos rituales de la lluvia y la fertilidad en toda América.

Además, se ha recuperado la mayor colección de figurinas Valdivias científicamente excavadas y se han encontrado los adobes más tempranos del continente.

Pero más allá de los objetos recuperados, Real Alto ha demostrado cómo la investigación científica puede ofrecer una visión profunda del pasado para comprender mejor el presente.

El valor de este yacimiento no radica solo en la acumulación de artefactos, sino en la comprensión de los modos de vida, las intenciones y los procesos sociales de las culturas que habitaron este espacio.

La arqueología, junto con disciplinas como la antropología y la historia, es fundamental para entender el desarrollo humano y fomentar un pensamiento crítico que permita reconocer y valorar nuestra herencia cultural, resalta la iniciativa alrededor de Real Alto.

Real Alto no solo es un testimonio de las culturas antiguas, sino también de la resistencia y participación de las comunidades actuales que continúan habitando la región. 

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La población local ha sido parte integral de este proceso, contribuyendo a la construcción y preservación del sitio a lo largo de estos 50 años. 

Gracias a la colaboración de instituciones y personas comprometidas, Real Alto ha logrado mantener su relevancia y sigue siendo un lugar único para el estudio y la reflexión sobre nuestro pasado.

Este aniversario no solo celebra los logros alcanzados, sino que también subraya la importancia de continuar las investigaciones. 

Aunque se han descubierto muchas cosas, aún queda mucho por explorar y entender.