Bacilos y Los Fabulosos Cadillacs encendieron el Coliseo Rumiñahui, en Quito

Dos grandes representantes del rock y pop latinoamericano se reunieron la noche del viernes 20 de junio en el Coliseo General Rumiñahui, en Quito: Los Fabulosos Cadillacs y Bacilos. 

Desde Buenos Aires, Argentina, Los Fabuloso Cadillacs llegaron a Ecuador como parte de su celebración por sus 40 años de trayectoria; y desde Miami, Estados Unidos, Bacilos con 28 años de historia musical. 

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Después de ofrecer un concierto en Cuenca, el 19 de junio, llegaron a la capital de Ecuador para compartir temas clásicos para varias generaciones: 'Siguiendo la Luna', 'Mal Bicho', 'Caraluna', 'Tabaco y Chanel', entre tantos otros. 

Bacilos saltó al escenario a las 20:35, con el 80% del público esperado, aproximadamente. Al poco tiempo, el espacio se llenó por completo, mientras se encendía el Coliseo al ritmo de populares canciones como 'Pasos de gigante' y 'Por hacerme el bueno'. 

Jorge Villamizar, quien vivió en Ecuador durante su infancia y adolescencia, se mostró emocionado de estar en Quito e interactuó entre las canciones. 

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Preguntó quién usa ChatGPT como psicólogo, entre risas, como introducción a al tema 'Las notas de mi psicóloga'; también brindó con el público mencionando que bebía whisky con Güitig (agua mineral ecuatoriana). 

Las más esperadas por el público, 'Tabaco y Chanel', 'Mi primer millón'  y 'Caraluna', llegaron alrededor de las 21:40, para despedir su show entre aplausos de pie. 

Comenzó el cambio de instrumentos para recibir a Los Fabulosos Cadillacs. El intermedio tomó alrededor de 45 minutos. A las 10:33, la banda argentina liderada por Vicentico llegó al escenario con 'El León' y 'Demasiada Presión'.

Vicentico se presentó en Quito usando un bastón, aunque varias veces lo dejó de lado y se animó a bailar algunas de las canciones. 

Entre los gritos, cantos y saltos del público, Los Fabulosos Cadillacs se despidieron a las 11:50; sin embargo, el público continuó de pie pidiendo su regreso al escenario. Faltaba una de sus temas icónicos: Matador. 

Tras dos minutos de espera, la banda regresó para complacer al público con 'Matador' y añadir 'Vasos Vacíos' y 'Yo no me sentaría en tu mesa'. Se despidieron con energía, con un Coliseo lleno coreando sus canciones más emblemáticas.