El Carnaval en Ecuador se llena de curiosos personajes que fusionan la sátira con las creencias religiosas. Cada uno tiene un rol en la simbología de esta fiesta popular.
"A la voz del Carnaval, todo el mundo se levanta", reza la canción ecuatoriana y febrero se llena de alegría y de un largo feriado entre el 18 y 21 de febrero de 2023.
Los personajes tradicionales de esta celebración llaman la atención tanto por sus vestuarios como por su origen ancestral. A continuación, algunos de estos populares personajes:
Taita Carnaval
El Taita Carnaval es un personaje que viste con un zamarro, pantalón de cuero y porta un tambor con el que llama a la fiesta. Además, porta la conocida 'piscsha', una bolsa donde lleva su 'cucayo', o comida.
Representa el lado amable de la Sierra, encabeza los desfiles y baila al compás de la música del pueblo mientras bebe a sorbos el tradicional licor pájaro azul, en el famoso Carnaval de Guaranda.
La Carishina
La Carishina es hombre vestido de mujer, encabeza las comparsas seguido de las carrozas decoradas con paja, flores y plantas del campo.
Su esencia es desplegar alegría y salpicar de harina o talco a los transeúntes.
Los Huasi Tupac
Son los personajes que reciben a los carnavaleros con hermandad y cortesía.
Son el alma anfitriona del Carnaval en las festividades de la Sierra. Asumen el papel de anfitriones. Y a través de coplas y canciones son los encargados de proponer un diálogo con el público, quienes a su paso, en medio de las comparsas, los miman con comida típica.
El Diablo
El infaltable Diablo, con su cornamenta y su traje rojo, se desmarca de las comparsas para mostrar sus diabluras y picardía.
Este oscuro personaje alimenta el significado el Carnaval como una fiesta pagana donde la celebración de la carne, los banquetes de comida y la alegría desmedida se fusionan.
El Payaso
El Payaso representa la presencia de la alegría en el Carnaval. Su vestimenta colorida y su inocencia contrasta con la presencia del Diablo.
Lleva en sus manos un 'chorizo' con el que lúdicamente castiga a los impíos, que son parte del público.
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