El ‘zar de la cocaína’ Dritan Rexhepi, con una sentencia y dos solicitudes de extradición, no es el único que recibió la libertad de un juez. El lituano Algirdas Glinskis, con difusión roja de Interpol, también lo hizo.
Algirdas Glinskis, de 43 años y de origen lituano, es buscado por la Fiscalía de su país por tráfico ilícito de drogas desde 2018, pero fue capturado en Ecuador en septiembre de 2022 por una solicitud de la Interpol y liberado dos meses después con un habeas corpus.
Los antecedentes de Algirdas datan de junio de 2018, en la ciudad de Panevezys, la quinta más grande de Lituania.
En un operativo, la Policía de ese país encontró 483 kilos de sustancias ilícitas ocultos en una casa “con fines de distribución, en la que él tendría vinculación", dice el informe.
Mientras continuaron las investigaciones, Algirdas huyó, por lo que el 5 de octubre de 2021, mediante el auto del fiscal, comenzó su búsqueda para detenerlo.
La Fiscalía de Lituania emitió una orden de detención para el espacio europeo contra Algirdas Glinskis y su búsqueda internacional a través de la Interpol en noviembre de 2021.
En mayo de 2022, la Junta de Relaciones Internacionales de la Policía Judicial de Lituania informó que Glinskis se encontraba en Ecuador, según los datos de la Interpol en este país.
El operativo de captura se realizó el 24 de septiembre con la orden de la Corte Nacional de Justicia, que resuelve ese tipo de solicitudes.
Así fue detenido para extradición en el conjunto habitacional Bello Horizonte, en vía a la Costa, en Guayaquil.
Estuvo en la cárcel de El Inca
Glinski fue trasladado a Quito, al Centro de Detención Provisional de El Inca, donde permaneció detenido hasta 9 de noviembre de este año, cuando salió en libertad a través de un recurso de habeas corpus.
Según el sistema de la Función Judicial, el 2 de noviembre el lituano apeló la prisión preventiva contra el presidente de la Corte Nacional de Justicia, Iván Patricio Saquicela.
El Tribunal decidió por unanimidad que existió vulneración del derecho constitucional de libertad contra Glinskins y ordenó su excarcelación.
Los jueces impusieron otras medidas como el uso del grillete electrónico, no cambiarse de domicilio, presentarse cada ocho días ante la autoridad asignada y le retiraron el pasaporte hasta que culminara el proceso de extradición.
La sentencia, que reposa en el sistema de la Función Judicial, no detalla los argumentos de la defensa de Glinskins para solicitar el habeas corpus.
PRIMICIAS contactó con dos de los tres abogados defensores del lituano. Uno de ellos dijo que no estaba autorizado para dar información y el abogado principal no respondió al pedido.
La extradición
El proceso de extradición es un trámite que involucra a las Cortes de Justicia de ambos países, pero también a los departamentos de Relaciones Exteriores, explica el abogado penalista Nino Casanello.
“Estas personas tienen defensa aquí y en el país que los requiere, por lo que el papeleo siempre será un problema”, añade.
Casanello agregó que el habeas corpus es un recurso que legalmente puede aplicarse "porque usan criterios de la resolución de la Corte Constitucional, como que las condiciones de detención son precarias o problemas de salud con informes que no son objetivos".
No es el único caso
Pero este no es el único caso de detenidos con solicitud de Interpol y de extradición que se ha dado en el país.
El ‘zar de la cocaína’, Dritan Rexhepi, de origen albanés y sentenciado a 13 años de prisión por ser parte de una organización delictiva para el tráfico de drogas a Europa, también fue puesto en libertad.
El juez de Garantías Penitenciarias, Diego Poma Chamba, cambió la medida de prisión por arresto domiciliario y no se tiene información de si se encuentra en el país, ya que tenía seis identidades distintas.
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