El COE Nacional ha decidido que todos en Ecuador tenemos que volver a llevar mascarillas en espacios cerrados.
Parece que los ecuatorianos no lo han decidido igual. Es increíble que termine 2022 y sigamos cometiendo los mismos errores que al inicio de la pandemia.
Para empezar, el COE ni explica cuáles son los datos en los que se basa, ni publica en su web quiénes asisten a las reuniones donde se toman decisiones tan importantes.
Es muy dudoso que, desde que el Gobierno declaró el fin de la emergencia y que "vamos a vivir sin restricciones de ningún tipo", el COE pueda imponer restricciones de manera arbitraria.
Además, es evidente la incompatibilidad de cargos del Capitán Zapata como Ministro del Interior y Presidente del COE Nacional.
En una función debe dar información al otro organismo, y desde el otro dar órdenes al primero. Y parece que a nadie le escama.
El hecho de obligar a las personas, especialmente a los niños, a llevar mascarillas, tiene un coste para su salud psicológica.
Ya es evidente el aumento de problemas entre niños y adolescentes por la pandemia.
Si se hace una imposición como esta, habrá que ponderar costos y beneficios, y nada parecido ha hecho el COE, que simplemente ha dado órdenes a los ciudadanos.
Vemos las imágenes de cómo en China el pánico al Covid lleva a los peores atentados contra la libertad y la dignidad de sus ciudadanos, y parece que nadie protesta en occidente, pues pareciera que si es "por su salud" cualquier atropello está justificado.
Ya hemos visto cómo se ha justificado la censura en redes sociales, de las maneras más espurias, también en nombre de "nuestro bien", y pocos han protestado.
Ahora volvemos a que "las autoridades" nos traten como a menores de edad, tomando decisiones por nosotros y obligándonos sin siquiera explicarnos la situación.
Me temo que la sociedad ya está harta y no va a permitir que se les impongan estas medidas tan fácilmente, como en el pasado.
Desde luego Ecuador tiene problemas de seguridad mucho más importantes que dedicar recursos del Ministerio del Interior a hacer cumplir las resoluciones del COE. Aunque ambas estén presididas por el señor Zapata.
Todos hemos cambiado mucho en estos años de pandemia, y probablemente muchos ciudadanos decidan llevar las mascarillas puestas. Está bien y están en su derecho.
Algo muy distinto es pretender hacerlo obligatorio, especialmente para los niños en las aulas, pues son sus padres quienes tienen que decidir si lo desean o no.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.
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