Hoy, 24 de agosto, conmemoramos el 32 aniversario de la firma de la Declaración de Independencia de Ucrania de la extinta Unión Soviética. Esta fecha también marca tristemente 18 meses desde el comienzo de la invasión ilegal a gran escala de Rusia.
En este día también celebramos la fuerza, resiliencia e identidad del pueblo ucraniano y de su increíble espíritu y valentía; que prevalecerán frente a la agresión y las atrocidades rusas.
Putin pensó, ingenuamente, que tras la invasión de febrero de 2022 vencería a Ucrania en tan solo tres días. No solo subestimó la determinación del pueblo ucraniano, sino la habilidad y determinación de sus Fuerzas Armadas y el compromiso del mundo con la independencia y soberanía ucranianas.
La población ucraniana siempre defenderá su territorio y sus derechos, como lo haría la gente de cualquier país alrededor del mundo. Por esta razón, no existe la posibilidad de alcanzar una paz justa y duradera a menos que se respete plenamente la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, además de una retirada inmediata y total de las fuerzas rusas.
No solo el futuro de Ucrania está en juego: también el respeto a la Carta de las Naciones Unidas y los principios del Derecho Internacional, que son la base de la soberanía, la integridad territorial y, sobre todo, la independencia de todos los países. No podemos permitir que nada ni nadie intente redefinir las fronteras mediante el uso de la fuerza.
El mundo respalda a Ucrania: sabemos que ganarán esta guerra y estamos conscientes de que debemos acompañar a su población todo el tiempo que sea necesario. Por tal motivo, celebramos los principios establecidos en el Plan de Diez Puntos del presidente Zelenskyy en noviembre pasado.
También destacamos y aplaudimos el compromiso permanente de Ecuador por defender la soberanía ucraniana en diversos foros multilaterales. Nos unimos a las palabras del Representante Permanente del Ecuador antes las Naciones Unidas, Hernán Pérez Loose, cuando le recordó a su par ruso en el hemiciclo del Consejo de Seguridad que “ninguno de los pretextos invocados para agredir a Ucrania, en violación de la Carta [de Naciones Unidas], tiene asidero jurídico. ¡Ninguno!,” y por lo tanto, el único camino posible hacia una paz duradera es que las tropas rusas se retiren definitivamente del territorio ucraniano.
El compromiso del Reino Unido con Ucrania es incondicional e inquebrantable: seguiremos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para apoyarles hasta que salgan victoriosos de esta guerra.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.
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