Este sábado 22 de octubre de 2022 se cumple un año del asesinato de Álex Quiñónez. Su familia lo llora cada día y la justicia todavía no ha identificado ningún responsable.
En octubre de 2021, Álex Quiñónez vivía un momento difícil. Por no actualizar su ubicación para presentarse a los test antidoping, se quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio.
El velocista ecuatoriano había registrado marcas que invitaban a soñar con una medalla, en la prueba de los 200 metros planos.
Pero a menos de un mes de competir, La Unidad de Integridad de Atletismo (AIU) suspendió a Quiñónez por 12 meses y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ratificó esa decisión.
La delegación ecuatoriana desfila en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio, el viernes 23 de julio de 2021. EFE
El esmeraldeño viajó a Tokio. Acompañó a la delegación y hasta desfiló en la ceremonia inaugural, con el sueño de correr en sus segundos Juegos Olímpicos. Pero no hubo manera.
Álex volvió al país, dejó los entrenamientos. Debía esperar 12 meses para volver a competir. Pasaba en Esmeraldas, su tierra natal y Guayaquil, donde viven sus dos hijas.
Pero la noche del 21 de octubre ocurrió lo inesperado. Álex Quiñónez fue asesinado junto a su amigo Christopher Arcalla, mientras caminaban por el barrio Colinas de Florida, en Guayaquil.
La noticia causó conmoción. El atleta ecuatoriano era conocido en todo el mundo. De inmediato, las autoridades ofrecieron encontrar a los culpables.
El operativo
Tres días después del crimen, el entonces gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, anunció seis allanamientos en Guayaquil y en Durán, como parte de las diligencias.
Ese mismo día, la Policía anunció la detención de Johnson G., en Colinas de la Florida, por presuntamente haber atentado con un arma de fuego contra dos personas.
Horas más tarde se aclaró que la captura pertenecía a un caso por tentativa de asesinato de dos ciudadanos en un velatorio, el 24 de octubre, en el mismo sector donde mataron a Quiñónez.
El 27 de octubre de 2021, se conoció del asesinato de Geovanny Reyes, alias 'Shakira', de 18 años, en un cerro ubicado entre la Nueva Prosperina y Socio Vivienda, al noroeste de Guayaquil.
El joven era integrante de los Tiguerones y las autoridades lo investigaban por su presunto nexo con el crimen de Álex Quiñónez.
Oficialmente, no hay ningún detenido por el asesinato del mejor velocista ecuatoriano de todos los tiempos.
Una fuente de la Fiscalía le confirmó a PRIMICIAS que el caso se encuentra en investigación previa, etapa en que la información se maneja de forma reservada.
La familia aún llora su muerte
Doña Ana, mama de Álex, todavía siente un vacío que no puede llenar. Cuenta que ha sido un año desgastante, de mucha angustia e incertidumbre.
"No sé si algún día se me pase esta tristeza", le dice a PRIMICIAS entre lágrimas. El recuerdo de su hijo permanece intacto.
Lo mismo pasa con su hermana, Katiuska, quien no olvida su niñez junto a Álex, en donde compartían todo el día. "No quiero aceptar que ya no está con nosotros. Ha sido una situación horrorosa".
Lo que más les hace falta a Ana y Katiuska es el llamado del deportista un día antes de cada competencia. Era su cábala. Hacían una videollamada y le deseaban éxito.
"Nunca hablábamos el mismo día de las carreras, porque se ponía nervioso. Decía que el corazón se le hacía chiquito".
Ana y Katiuska viven en una casa al sur de Esmeraldas. Esa vivienda fue donada por la Federación Provincial de Atletismo, después de la participación de Álex Quiñónez en los Juegos Olímpicos de Londres, donde acabó en la séptima ubicación.
Un homenaje
Al mediodía de este sábado 22 de octubre está previsto que se lleve a cabo una misa por la muerte de Álex Quiñónez. Será en la iglesia La Anunciación, en Esmeraldas, la misma en donde el velocista fue bautizado.
Después, Ana y Katiuska tienen previsto recibir a familiares y amigos en su casa. Para eso, están haciendo "una vaquita" para comprar comida y también rezar en homenaje a Álex.
La hermana del atleta cuenta que unos tíos están ayudando a alquilar sillas. Otros amigos quieren mandar arreglos florales. Y con la ayuda de todos los allegados comprarán comida para almorzar. La situación económica de la familia es crítica.
La reunión será muy íntima. Katiuska relata que la inseguridad en Esmeraldas es cada vez más alta y no quieren exponer la gente al salir de sus casas.
"Más allá de que es un momento fuerte, emocionalmente, queremos recordarlo como era él: alegre, fiestero y entregado a su familia. Disfrutó con los suyos hasta el último momento de su vida", dice su hermana.
La ayuda de los amigos
La muerte de Álex Quiñónez sorprendió a todos y la familia no estuvo preparada. No había dinero ni siquiera para el entierro.
El Ministerio del Deporte asumió los gastos del funeral y coordinó la movilización del cuerpo desde Guayaquil hasta Esmeraldas.
Los gastos del velorio se cubrieron con el seguro médico que tenía Quiñónez con la Federación Ecuatoriana de Atletismo. Y la bóveda fue donada por el Municipio de Esmeraldas.
Nicole Estupiñán, Coordinadora zonal 1 del Ministerio, tenía una amistad con Álex y su familia y ella se encargó de gestionar una beca para el hijo de Quiñónez por cuatro años, en un colegio de Esmeraldas.
Familiares de Álex Quiñónez cargan los restos del atleta, el sábado 23 de octubre de 2021. API
El pequeño Andy tiene 12 años y al igual que su padre, entrena y se destaca en el atletismo.
Álex Quiñónez tenía además dos hijas, de 5 y 4 años, que viven en Guayaquil con su madre.
Toda la familia ha recibido asistencia psicológica, de parte del Ministerio de Salud.
Y su madre aún llora. El Ministerio del Deporte organizó una colecta para recaudar fondos para comprar medicinas para Doña Ana, que sufrió un aneurisma cardíaco y estuvo en una situación delicada.
"Desde el Ministerio buscamos estar pendientes de toda la familia de Álex. Su madre nos invitó a la misa del aniversario y hacemos lo que podemos para apoyarlos", expresó Estupiñán en una entrevista con PRIMICIAS.
Amigos y familiares piden justicia en el velorio del atleta ecuatoriano Álex Quiñónez, asesinado la noche del 22 de octubre de 2021. API
El inesperado asesinato de Álex Quiñónez generó mucho sufrimiento en su familia, amigos y en el mundo del deporte.
Ha sido una pérdida irreparable, de un persona muy querida en su barrio y un atleta excepcional, que iba camino a cosechar una medalla olímpica.
Las preguntas siguen. Y cada día que pasa se multiplican. Por ahora solo hay eso, preguntas, pero ninguna respuesta de la justicia.
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