El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, se reunirá el miércoles 12 de octubre con el presidente Guillermo Lasso, en Quito, para revisar los avances de la organización de la Final Única de la Copa Libertadores.
No hay cambio de sede. La Confederación Sudamericana de Fútbol volvió a ratificar a Guayaquil como sede de la Final Única de la Copa Libertadores y este miércoles habrá una reunión entre Alejandro Domínguez y Guillermo Lasso, para revisar los detalles de la organización del partido.
"Sin contratiempos progresan la organización y la logística de este partido, que definirá al campeón de uno de los torneos más importantes del mundo. El gobierno de Ecuador y la alcaldía de Guayaquil ofrecieron plenas garantías en materia de seguridad, con el despliegue de recursos humanos y técnicos en la proporción adecuada para un evento de esta magnitud", informó la Conmebol en un comunicado.
De hecho, miembros del cuerpo técnico del Athletico Paranaense ya visitaron Guayaquil y reconocieron las instalaciones del estadio Banco Pichincha, donde se jugará la final, el próximo sábado 29 de octubre.
Y está previsto que este miércoles 13 de octubre lleguen al país los delegados de Flamengo, el otro finalista, para también hacer el reconocimiento del estadio, de los campos de entrenamiento y hospedaje del equipo de Río de Janeiro.
"La Gran Final de la Libertadores, fijada para el próximo sábado 29 de octubre, en la ciudad de Guayaquil, está encaminada, cumpliendo el cronograma previsto", dijo la Conmebol.
El ganador de la Copa Libertadores recibirá un premio de USD 16 millones, que se suma a lo que cada equipo ha acumulado a lo largo del torneo.
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