El centrocampista de Flamengo afirmó, este martes 18 de febrero, que su equipo sabe de las dificultades de jugar en la altura de Quito, a 2.850 metros sobre el nivel del mar. El partido se juega este miércoles a las 20:30 en el estadio Atahualpa.
"Sabemos la dificultades que tiene jugar acá en la altura. La mayoría de jugadores ya hemos jugado acá, ya hemos tenido esa experiencia", dijo Giorgian De Arrascaeta, en rueda de prensa.
En un análisis sobre el juego del Independiente, campeón de la Copa Sudamericana 2019, apuntó que "intenta tener mucho la posesión de la pelota y tiene jugadores que son muy veloces por afuera". Añadió que es "un equipo muy intenso" por lo que deben hacer "un partido muy inteligente".
Sin embargo, el uruguayo sostuvo que Flamengo, que llegó el lunes 17 de febrero a Ecuador, está "bien físicamente". También señaló que tendrán que estar "bien parados para no tener sorpresas".
De Arrascaeta cree que el equipo se fortaleció con la llegada del entrenador portugués Jorge Jesús. De esta forma, comentó que "la confianza aumenta" cuando "vas logrando los objetivos".
El equipo brasileño llega a Quito como ganador de la última edición de la Libertadores y tras conquistar el domingo la Supercopa de Brasil al imponerse por 3-0 al Athletico Paranaense.
Sobre la condición del equipo esta temporada, sostuvo : "hemos podido quedarnos con la mayoría de los jugadores, incorporar nuevas piezas para fortalecer el grupo y hemos empezado bien el año".
Flamengo llega sin su máxima figura en ataque, Gabriel 'Gabigol' Barbosa, quien arrastra suspensión desde el año pasado. Según el futbolista uruguayo, lo intentarán suplir con gente del "exquisito plantel" brasileño.
De Arrascaeta aseguró que los dirigidos por Miguel Ángel Ramírez, "han conseguido grandes cosas, han hecho grandes partidos contra grandes equipos, de Argentina, principalmente". También reconoció que es "un rival que puede incomodarnos".
El partido se disputará a las 20:30, en el estadio Atahualpa. Mientras tanto, la vuelta se jugará el 26 de febrero, en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro.
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