El nadador cuencano se unió al equipo que dirige Fabrizio Antonelli, donde se entrena el medallista olímpico Gregorio Paltrinieri.
"Los entrenamientos son más exigentes, tengo compañeros más fuertes, que me ayudan o me obligan a mejorar", detalla Esteban Enderica desde Ostia, en la costa del mar Tirreno, a unos 40 kilómetros de Roma.
El nadador cuencano está allí desde hace un mes y medio, donde entrena con el equipo italiano de piscina y aguas abiertas, como parte de su preparación para los torneos mundiales y panamericanos en los que competirá este año.
Esteban, junto con su hermano Juan Fernando Enderica, quien además es su entrenador en la selección de Ecuador, tomaron la decisión de que viajara a ese país para trabajar con el equipo italiano, donde se encuentran medallistas mundiales, olímpicos y europeos.
"El equipo más fuerte de aguas abiertas que existe es el de Italia. Conversamos con el entrenador Fabrizio Antonelli y nos permitió venir. Aquí está Gregorio Paltrinieri".
Esteban Enderica, nadador.
Paltrinieri es múltiple campeón mundial y olímpico. Se ha especializado en las pruebas de 800 metros y 1.500 metros en piscina, y en aguas abiertas en las pruebas de cinco y 10 kilómetros.
En los últimos 10 años ha ganado un centenar de medallas en Juegos Olímpicos, Mundiales en piscina y aguas abiertas; campeonatos juveniles y sénior.
"El año pasado fui a Brasil, estuve tres meses y me fue muy bien. Mejoré mis tiempos, sentí que había recuperado el nivel que tenía antes", dice Esteban, que en 2022 ganó la medalla de oro en la maratón acuática en los Juegos Bolivarianos y la de plata en los Suramericanos.
Con esa experiencia, decidieron esta vez apostar por un proyecto más grande. En enero, el ecuatoriano y su nuevo equipo viajaron a Egipto para hacer un trabajo de pretemporada y adaptación, porque en Italia el invierno les impedía entrenar en el mar.
Regresaron hace tres semanas a Roma y siguen entrenando. Esteban estará allá hasta fines de marzo. Competirá en un torneo europeo, que constituye una primera evaluación y luego regresará a Cuenca para hacer un trabajo a más de 2.000 metros de altitud.
"Yo les digo que vivo en una ciudad a 2.400 metros y no lo pueden creer", dice como anécdota. Viajará de nuevo a Italia para preparar su participación para el Mundial que se realizará en Japón en agosto.
Es el primer torneo clasificatorio a los Juegos Olímpicos. "Este año cambiaron las reglas, antes se clasificaban los 10 primeros, esta vez solamente serán los 3 primeros, pero vamos dispuestos a competir por esos lugares, aunque estarán los mejores del mundo".
El siguiente clasificatorio será en Qatar, en febrero del próximo año. Allí sí se clasificarán los 10 primeros y uno por cada continente para completar el cupo máximo de 22 nadadores, tres cupos menos que para Tokio 2021.
"El objetivo sería quedarme en Italia hasta los Juegos Olímpicos (julio 2024)". Pero tiene que gestionar algunos trámites como el visado y permiso de permanencia en Italia por más de tres meses, que es el tiempo máximo de estadía que tiene actualmente.
En Ostia vive en un centro deportivo náutico, donde tiene el servicio de alimentación y las piscinas para entrenarse. A 10 minutos de viaje en auto, está la otra piscina, de 50 metros de largo, donde también se entrena.
Trabaja en dos jornadas diarias de entrenamiento. En la piscina completa jornadas de seis a nueve kilómetros por la mañana y otra sesión similar por la noche.
Va al gimnasio, cuando la programación de entrenamiento lo considera y toma una siesta, porque la carga de trabajo ha aumentado.
"Aún es poco tiempo para decir que he mejorado o no mis marcas, lo que sí puedo decir es que me siento muy bien, cada vez mejor".
Esteban Enderica, nadador.
Con los tres nadadores franceses y una alemana, que entrenan con el equipo italiano, han buscado el aporte de un fisioterapeuta para que los asista una vez por semana.
"Nos hemos ido acoplando, no ha sido fácil, inclusive por el idioma, pero nos vamos adaptando al cambio".
Salió de su zona de confort. En Cuenca tenía todo a disposición: piscinas, fisioterapeuta, entrenador, psicólogo y la familia, pero Esteban lucha por su sueño, el de estar presente en los Juegos Olímpicos por tercera ocasión.
Ya estuvo en Londres 2012 y en Río 2016. Se quedó fuera de Tokio 2020 y ahora tiene en la mira París 2024. Quiere llegar en su mejor versión para encarar lo que puede ser su última cita olímpica.
En 2025 quiere nadar en los Juegos Bolivarianos que se realizarán en Guayaquil, porque su deseo es competir por una medalla internacional con los suyos apoyándolo.
"No me he planteado el retiro, pero el deporte de alto rendimiento cada vez se vuelve más difícil. A París iría con 33 años, iremos viendo con el tiempo qué pasa, los chicos que vienen atrás, están muy fuertes".
En octubre, Esteban irá a los Juegos Panamericanos en Chile, donde debe defender la medalla de oro que ganó hace cuatro años.
"Está muy complicado", dice el nadador que nació el 13 de octubre de 1990 en Cuenca y es el referente máximo de Ecuador en aguas abiertas.
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