El marchista ecuatoriano, de 23 años, ahora entrena para su siguiente reto: el Mundial de Atletismo en Oregon, Estados Unidos.
Jhonatan Amores y su entrenador Javier Cayambe aún analizan los resultados que dejó la participación del marchista en el Mundial de Omán.
Ecuador ganó el oro con el equipo femenino de los 35 kilómetros marcha y con una inspirada Glenda Morejón. Pero el equipo masculino no tuvo una participación tan exitosa.
Amores fue el ecuatoriano mejor ubicado. Terminó en el puesto 24 entre 65 participantes. Gonzalo Bustán ocupó el casillero 41, mientras que Andrés Chocho se retiró de la competencia.
Hasta el kilómetro 28, Jhonatan Amores estuvo entre los punteros. Aguantó el ritmo de los marchistas internacionales, pero luego se rezagó. "Sé que debo resolver la parte final de mis competencias", reconoce el atleta.
El entrenador explica que en esos siete kilómetros de cierre, el ritmo se vuelve más lento. "Le pasó igual en los Juegos Olímpicos de Tokio".
El marchista Jonathan Amores, durante su participación en el Campeonato nacional de marcha, en Machala, en enero de 2022.
El equipo debe tomar los correctivos de inmediato, porque en julio Amores compite en el Campeonato Mundial de Atletismo, considerado el evento más importante luego de los Olímpicos.
Amores está clasificado por su ubicación en el escalafón mundial, pero quiere llegar a la competencia en condiciones de pelear el 'top 10'.
"Queremos recuperarlo físicamente porque ha realizado tres competencias entre el 8 de enero y el 5 de marzo", dice Cayambe.
Amores ha competido en tres caminatas de 35 kilómetros en 58 días. Disputó el Campeonato Nacional, en Machala, donde terminó en segundo lugar.
El 6 de febrero participó en los 35 kilómetros del Sudamericano realizado en Lima, donde llegó en quinto lugar. Y el 5 de marzo pasado caminó en Omán.
Durante marzo y abril su trabajo estará centrado en la recuperación física, para el 7 de mayo asistirá a los 20 kilómetros de Rio Maior en Portugal y el 28 de ese mes al Gran Premio de la Coruña, en España.
El entrenador decidió no llevar al atleta a Eslovaquia, donde se desarrollará una caminata de 35 kilómetros, que inicialmente estaba en su agenda. Prefirió completar el plan de recuperación y entrenamientos.
En junio, entrenador y atleta retornarán al país para concluir la preparación para el Mundial de Atletismo.
Aún no se confirma su presencia en los Juegos Bolivarianos, por la cercanía de las fechas, sin embargo, se trata del primer certamen rumbo a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Marchista e ingeniero mecánico
Jhonatan Amores se enfrenta a un año muy competitivo en lo deportivo, pero tendrá que compartir su tiempo con los estudios de ingeniería mecánica en la Universidad San Francisco de Quito, que le otorgó una beca.
"Es un área distinta del deporte, pero me apasiona", dice. En su proyecto de vida está el deporte, pero al concluir su ciclo quiere tener el respaldo de un título académico y de una carrera.
"Este título nos permite validarlo en Estados Unidos. Quisiera ir a ese país y ampliar mis estudios allá", sueña en voz alta.
No quiere ser entrenador de marcha o atletismo, tal vez por las situaciones duras que vivió en el inicio de su carrera como atleta, cuando no contaba con el respaldo de entidades del Estado para financiar sus entrenamientos y sus viajes.
Sus padres fueron quienes compraron sus uniformes y su calzado especial, también financiaron sus viajes al exterior.
A pesar de los sacrificios y a veces de las privaciones, Jhonatan jamás se ha rendido y ha cumplido sueños como el ser campeón nacional y sudamericano. Fue vicecampeón del mundo en la categoría juvenil.
Hasta 2020 participaba en la prueba de los 20 kilómetros y desde 2021 pasó a la caminata de 50 kilómetros.
Este año incursionó en los 35 kilómetros, la nueva distancia establecida por la World Athletics (nombre oficial de la Federación Internacional de Atletismo), donde quiere llegar a ser campeón mundial.
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