Algunos futbolistas profesionales de América Latina y África dependen de cajas de alimentos durante la paralización provocada por la pandemia del coronavirus, mientras que jugadores de otros lugares son presionados para reanudar la competencia, en ocasiones sin exámenes, dijo este miércoles 20 de mayo el sindicato global de jugadores.
A medida que el fútbol comienza a retomarse luego de la suspensión del deporte, el sindicato FIFPro, que tiene afiliados en 65 países, dijo que las consecuencias para algunos de sus miembros en ligas menos conocidas han sido nefastas.
"Hay una subrepresentación de las penurias que muchos jugadores en partes menos notables del ecosistema del fútbol están enfrentando", dijo el secretario general de FIFPro, Jonas Baer-Hoffmann, a periodistas.
Afirmó que siete sindicatos miembros, en Colombia, Paraguay, Uruguay, Honduras, Panamá, Botsuana y Egipto, están entregando cajas de alimentos a sus jugadores "porque no pueden cubrir sus propias necesidades básicas y están abandonados en términos de ingresos".
En países donde los futbolistas han comenzado a entrenar nuevamente antes de la reanudación de la liga, Baer-Hoffmann agregó que las condiciones solían estar lejos del ideal.
"Algunas ligas no están entregando material de exámenes a los jugadores, lo que aumenta tremendamente el riesgo de infección", sostuvo. Y agregó que, en algunos casos, los sindicatos estaban realizando las pruebas de coronavirus.
También ha habido casos de jugadores que han sido amenazados con medidas disciplinarias por expresar sus preocupaciones sobre la salud de sus familias, o que se les ha pedido firmar documentos que eximen a los clubes sobre las consecuencias de una posible infección. "Esto es inaceptable", sentenció.
Si bien futbolistas de países como Inglaterra han hecho públicas sus preocupaciones, eso no es posible para otros. "La vasta mayoría de los jugadores están bajo la misma presión económica que la mayoría de la gente en la sociedad y no tienen el lujo de insistir en mitigaciones de riesgos", comentó.
"Ellos tienen que poner comida en la mesa y muchos están volviendo a jugar con dudas y temores, debido a que no tienen elección", concluyó.
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