La alcaldía de Río de Janeiro prohibió el consumo de bebidas alcohólicas en el Maracaná para la final de la Libertadores.
El mítico estadio Maracaná albergará la final de la Copa Libertadores entre el Fluminense y Boca Juniors.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, quien explicó que el mantenimiento del orden público es una responsabilidad del municipio y que garantizar la seguridad en un evento deportivo es de interés público y "un derecho del hincha".
Para tal fin, el alcalde determinó "prohibir toda y cualquier comercialización y consumo de bebidas alcohólicas en los alrededores del estadio Maracaná" entre las 00:00 (hora local) del sábado 4 de noviembre y las 06:00 (hora local) horas del domingo 5 de noviembre.
Fluminense, tras eliminar en semifinales al Internacional, y Boca Juniors, que dejó fuera del camino al Palmeiras, definirán el título de la Libertadores de 2023 en una final de partido único el 4 de noviembre.
Tanto los hinchas de los dos equipos ya agotaron las entradas, a las que tienen derecho, para la final.
Se prevé una avalancha de aficionados argentinos a Río de Janeiro y, como ha sido tradición en los últimos años en enfrentamientos similares, los aficionados del país vecino se tomen lugares icónicos como la playa de Copacabana.
Boca Juniors, el segundo club con más títulos de la Libertadores, con seis, espera conquistar su séptimo trofeo en Río de Janeiro y alcanzar al Independiente de Avellaneda, el líder del palmarés con siete.
Jugando en Brasil, sin embargo, el 'Xeneize' conquistó cuatro títulos en seis finales de Libertadores disputadas.
El Fluminense, que llega a la final de la Libertadores de este año con la mejor campaña, intentará su primer título continental, tras haberlo dejado escapar en 2008, cuando fue derrotado en la final por el Liga de Quito.
