Técnico Universitario y Macará retomaron sus actividades en medio de problemas financieros y previsiones sanitarias para evitar la presencia del Covid-19 en sus planteles.
Los equipos que representan al fútbol ambateño esperaron hasta que la LigaPro y la Federación Ecuatoriana de Fútbol cumplan con su compromiso de proveer las pruebas de Covid-19 para sus equipos, que llegó el 5 de junio de 2020.
Para Beto Jara, presidente de la comisión de fútbol de Técnico Universitario, si no existía el apoyo de la LigaPro, hubiese sido imposible realizar las pruebas de Covid-19.
El directivo comenta que su cuerpo médico hizo un balance con el departamento financiero y se requerían alrededor de USD 25.000 mensuales para cumplir con el protocolo sanitario.
Por su parte, Miller Salazar, presidente de Macará, le reveló a PRIMICIAS que su club iba a necesitar cerca de USD 7.000 por cada ronda de pruebas y que debían hacerse tres exámenes antes de reiniciar el torneo. Es decir, USD 21.000 mensuales, los cuales no estaban en el presupuesto del equipo celeste.
Macará adecuó su complejo con lavabos, áreas restringidas, desinfectantes y un compresor para fumigar a los vehículos. Estos cambios se mantendrán para los entrenamientos del equipo, que reiniciará sus actividades el miércoles 10 de junio.
Para las prácticas, Paúl Vélez y su cuerpo técnico dividirán a sus jugadores en tres grupos, cada uno de ellos entrenará en una de las canchas del complejo de Macará. Además, Salazar espera que para esta temporada se termine la cuarta cancha que está en construcción.
Por su parte, Técnico Universitario apenas cuenta con dos canchas. Por lo que se dividirá a los 24 jugadores en dos grupos. Estos serán convocados en horarios distintos por el entrenador José Hernández, para cumplir con la preparación.
Esta mini pretemporada tendrá un escenario complicado para ambos equipos ambateños. Pues, los tres meses de paralización que sufrió la LigaPro, los ha dejado en una situación económica crítica.
Según Miller Salazar, desde el 14 de abril, el ‘ídolo’ ambateño no recibió recursos de sus auspiciantes. Además, el cuadro celeste solo ha recibido el 50% del dinero de los derechos de televisión.
Esto obligó a la directiva a negociar con los jugadores, quienes al principio no aceptaron una reducción en sus sueldos. Pero después “entendieron la situación y se realizó el reajuste". A pesar de eso, el club solo se ha podido pagar sueldos hasta abril.
Para solventar estos gastos, Macará reactivará su relación con los auspiciantes cuando reinicie la Liga Profesional, a fin de recuperar esos rubros y cubrir el déficit del equipo, que según Salazar asciende a USD 2,5 millones.
Para Técnico Universitario, el escenario es muy similar. Aunque la dirigencia no ha hecho una evaluación a fondo de la situación económica del equipo en estos tres meses. Para pagar los sueldos de los jugadores el presidente del club, Tito Jara, tuvo que hipotecar sus propiedades.
Este esfuerzo se hizo ya que el equipo ocupaba el primer lugar de la tabla de posiciones cuando se paralizó el torneo. Por eso, la dirigencia quiso mantener al grupo motivado.
Aunque Técnico Universitario tiene varios auspiciantes, Beto Jara reveló que quieren reunirse con la directiva para llegar a acuerdos reducidos. Incluso, añadió que algunos podrían retirarse.
A pesar de que ambos directivos coincidieron en que el fútbol ecuatoriano no está listo para retomar la actividad, las urgencias económicas obligan a los equipos a tomar precauciones en lo sanitario y esperar que la situación no empeore. Así, se podrá culminar el torneo y superar el déficit.
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