El ataque contra la estación férrea de Kramatorsk cobró la vida de cinco niños. El número de heridos ingresados en hospitales se eleva a 98, muchos de ellos de gravedad.
El ataque contra la estación de tren ucraniana de Kramatorsk, deja al menos 50 muertos, incluidos cinco niños, según las autoridades locales.
El gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, informó que el número de heridos ingresados en hospitales se eleva a 98, muchos de ellos de gravedad.
Kirilenko responsabilizó a "los fascistas rusos" de haber dirigido su ataque con misiles "Tochka-U", en una acción premeditada contra la población civil.
Las autoridades del Donbás llevaban dos días instando a la población civil a abandonar esas regiones, ante la advertencia de que tropas rusas preparaban una gran ofensiva.
Oleksiy Arestovych, asesor del jefe de la Oficina de la Presidencia ucraniana, aseguró que el ataque en la estación de tren ucraniana estuvo precedido de un minucioso reconocimiento del objetivo por parte de Rusia.
Según Arestovych, se trata de "un misil demasiado caro" y es "demasiado difícil y arriesgado organizar ataques de este tipo".
En su cuenta de Facebook, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró que este ataque contra una estación de tren ucraniana es la prueba de que Rusia "extermina" a la población civil.
"Este es un mal que no tiene límites. Y si no se castiga, nunca dejará de hacerlo", añadió Zelenski.
Rusia rechazó toda responsabilidad en el ataque: "El 8 de abril, las fuerzas armadas rusas no tenían misiones de fuego en la ciudad de Kramatorsk y no estaban planificadas", señaló el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Mientras, las autoridades de Kramatorsk anunciaron una evacuación de emergencia de sus habitantes y de los residentes de la región de Donestk.
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