En dos años y medio de operación, el tranvía de Cuenca alcanzó la mitad de los pasajeros diarios que necesita para ser sostenible.
El tranvía de Cuenca ha logrado cubrir el 60% de su costo de operación con ingresos propios, según datos de la Unidad Ejecutora del Tranvía, reportados en abril de 2023 en la rendición de cuentas.
Este medio de transporte masivo requiere USD 5,5 millones anuales para la operación y en 2022 logró recaudar USD 2,7 millones. El 40% restante lo cubre el subsidio del Municipio de Cuenca.
Además, acarrea una deuda de USD 50 millones de la construcción, por la que Cuenca paga USD 2,6 millones cada seis meses. A eso se suma otra deuda de USD 10 millones con proveedores por haber perdido los arbitrajes.
Jorge Moscoso, director del tranvía, explica que a escala mundial, los servicios de transporte "siempre tendrán un subsidio", pero el objetivo en Cuenca es que la brecha sea la menor posible.
Según Moscoso, lo conseguido en el último año supera las previsiones. A marzo de 2023, existe un promedio de 20.000 pasajeros diarios. Pero se requieren por lo menos el doble, unos 40.000, para alcanzar un equilibrio económico.
Entre septiembre de 2022 y marzo de 2023 no hubo un incremento significativo en el número de pasajes del tranvía.
La administración de Pedro Palacios dejará una proyección que en 2024, los ingresos del tranvía cubran el 90% de su operación, un porcentaje que el actual director considera "sostenible".
40.000 pasajeros al día es la meta
Esas proyecciones dependen de las acciones que se tomen para aumentar el número de pasajeros. La principal vía es la integración del tranvía con los buses urbanos, que es el modelo que funciona en otras ciudades, como Medellín (Colombia).
En eso coinciden el actual director, Jorge Moscoso, y ha sido un tema también mencionado por las anteriores administraciones.
Pero ni la administración de Marcelo Cabrera, que concluyó la construcción del tranvía; ni la de Pedro Palacios, que puso en marcha el sistema, han logrado la integración. Eso ocurre, en parte, por la negativa de la Cámara de Transporte.
Para llegar a la meta de 40.000 usuarios por día, se requiere que el tranvía funcione con cinco líneas de integración, según los estudios que la Municipalidad de Cuenca contrató para definir la integración y las tarifas.
En septiembre de 2020, el tranvía empezó a operar con dos alimentadoras, aunque eso duró poco. Incluso, existe una línea de buses que prácticamente compite con el tranvía, porque cubre casi la misma ruta.
Nuevo Alcalde revisará cifras
El alcalde electo, Cristian Zamora, dijo en febrero de 2021 a PRIMICIAS, que "la falta de integración completa entre los dos sistemas genera una brecha importante" en las finanzas del Municipio.
En ese entonces era concejal de oposición. Pero, desde el 14 de mayo, -cuando suma el cargo- será el quién deba encontrar una fórmula para resolver el problema del déficit operativo.
Para Zamora, las cifras oficiales no reflejan la realidad del tranvía. Cree que los recursos que la Municipalidad destina al subsidio son mayores a los difundidos.
Por eso, el alcalde electo aún no detalla cuál será su plan para lograr la sostenibilidad del tranvía. Aunque en campaña ya anticipó algunas ideas:
- Integrar el pago de buses y tranvía en una sola tarjeta.
- Crear un fideicomiso para administrar y repartir los recursos que recauden el Tranvía y la Cámara de Transporte.
- Buscar nuevas opciones para aumentar el número de pasajeros, por ejemplo, un plan turístico urbano.
El alcalde electo buscará el diálogo con la Cámara de Transporte. Pero para lograr un acuerdo hay temas difíciles de resolver, empezando por el valor del pasaje, que es diferente en los buses y el tranvía.
Los transportistas urbanos ya solicitaron, a finales de abril, una revisión de la tarifa, que actualmente es USD 0,30, más un subsidio de cuatro centavos, que cubre el Municipio.
Mientras que el tranvía opera con una tarifa de USD 0,30 o USD 0,35 con tarjeta y USD 1 el boleto sencillo.
Un sistema público
Si los diálogos no prosperan con los transportistas, la administración saliente deja un plan B, aunque complicado de llevar a la práctica: un sistema de transporte manejado de forma íntegra por el Municipio de Cuenca.
Este incluye: tranvía, buses eléctricos y bicicletas eléctricas. Esa es la propuesta que trabajó la administración de Pedro Palacios en los últimos meses, pero no alcanzó a poner en marcha.
Cuenca ya tiene en sus calles al tranvía y a la bicicleta pública, pero funcionan por separado. Quedaría pendiente la adquisición de los buses eléctricos.
Según el alcalde Pedro Palacios, a la nueva administración le quedará disponible un financiamiento ya comprometido para adquirir 34 unidades, de las que saldrán dos rutas alimentadoras y una línea troncal.
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