Daniela Orozco, de 37 años, madre de dos estudiantes de la Unidad Educativa Durán, recorre seis kilómetros para dejar a sus hijos en el colegio, pero ellos solo asisten a clases de 7:00 hasta 10:00. Reclama al menos dos policías en el plantel, ante la violencia.
Las clases son irregulares en ocho unidades educativas priorizadas en el cantón Durán que tienen un perfil de riesgo alto. En planteles de más de 2.000 alumnos son pocos cursos los que asisten de forma presencial a clases.
Daniela O., de 37 años, madre de dos adolescentes, cuenta cómo recorre más de seis kilómetros para dejar a sus hijos en el colegio, por temor a que les pase algo en el camino.
Ella reclama también que se aplique el plan de Policía Escolar, que buscaba colocar un uniformado en el interior de unidades priorizadas, un programa anunciado hace dos meses al que la cartera de Estado tampoco da paso.
Aquí su testimonio:
Una madre de familia en Durán
“Tengo una desviación en la columna y por eso uso un bastón para mi pierna derecha. Pero así vengo a dejar al colegio a mis dos hijos, de 16 y 14 años.
Vivimos en el noreste y venimos todos los días en colectivo hasta el colegio en el centro de Durán.
Nos preocupa lo que pueda pasar en el camino, en Durán se están produciendo asesinatos en todos los sectores, incluso en lugares públicos y a plena luz del día.
En el mismo bus puede pasar algo, ahorita todos peligramos. Incluso a las afueras de nuestra casa han caído jóvenes asesinados, igual con ese riesgo toca salir a dejar a mis hijos al colegio.
Todo esto para que los chicos permanezcan solo unas horas de estudio, porque tenemos que volar a recogerlos a las 10:00. La Ministra de Educación nos expone por tres horas de clases al negar la virtualidad.
Esta semana tenemos este horario. Para venir solo tres horas lo mejor es que las clases sean virtuales, ¿no le paree?
Con una docena de madres y padres de familias, tras dejar a nuestros hijos a las 07:00, permanecemos aquí en las afueras de la institución por media hora o 45 minutos más.
"Nos ha tocado a venir a retirarlos a nuestros hijos a media mañana. O a medio camino de vuelta a casa nos pueden llamar para venir a buscar a los estudiantes".
Y es que nos ha pasado que, en ocasiones, suspenden las clases al poco tiempo y mandan a los más grandes a casa, o si no está el representante de los más chicos no los dejan salir.
Muy pocos chicos vienen en compañía de sus padres, llegan solos y se exponen a que les pase algo en el camino, en medio de tanta delincuencia, balaceras y muertos”.
Amenazas a colegios
Padres de familia del colegio Durán esperan por hasta 45 minutos luego de la hora de ingreso de sus hijos, porque en ocasiones las clases se suspenden de inmediato. API
“Ahora uno se levanta y se acuesta con noticias de matanza y asesinatos. Mis hijos no quieren venir al colegio, me preguntan todos los días por qué no los mandan a clases virtuales.
Hoy en la mañana (miércoles 20 de septiembre del 2023) vieron mucho movimiento de motos y de camiones con militares y se querían regresar. ‘Mami puede pasar algo, mejor llévame a la casa’, me dijo el menor de 14 años.
Vivimos con esta angustia diaria. Otro riesgo es que llegue a pasar algo dentro de los colegios. Cada tanto están circulando estos panfletos y avisos de que se van a producir balaceras y atentados.
‘Va a haber una balacera o vamos a poner una bomba a la entrada o salida de clases, están avisados’, es lo que dicen estas amenazas en redes.
Y en el primer lugar de la lista de los supuestos colegios que van a atacar siempre está la Unidad Educativa Durán. Uno viene con esa angustia y se queda con esa preocupación.
"La policía solo permanece en el exterior unos minutos, a la entrada y salida a clases. Se toman la foto y se van, con eso cumplieron".
No queremos un solo policía dentro de la unidad, sino dos o tres. Para un colegio de casi 3.000 estudiantes (en todas las jornadas) se requiere más que un policía, porque ni un guardia de seguridad o conserje es suficiente ahora.
Hace años los policías entraban a revisar y había dos motorizados dentro del colegio, en el tiempo en el que se exigieron a los estudiantes mochilas transparentes (entre 2002 y 2003), para evitar ingreso de armas y drogas a los planteles.
Se tienen que revisar las mochilas a los estudiantes. No podemos esperar a que haya un estudiante asesinado dentro de una unidad educativa”.
La virtualidad se impone en la práctica
A pesar de la negativa del Ministerio de Educación de aprobar clases en línea, la virtualidad termina imponiéndose en la práctica, por la escalada de violencia criminal que aterroriza al cantón.
PRIMICIAS comprobó que en la Unidad Educativa Provincia de Cañar, plantel priorizado en la Primavera 2 (al sur), de los 1.200 alumnos de la jornada matutina asisten a lo sumo un centenar.
La mayoría de los cursos están en clases virtuales y una gran mancha de sangre de un asesinato permanece indeleble a menos de 100 metros de la vía de ingreso al plantel.
En la Unidad Educativa Durán, otro plantel priorizado en el centro del cantón, esta semana los alumnos solo reciben clases desde las 07:00 hasta las 10:30 por la espiral de violencia.
Durán está en emergencia desde el 12 de septiembre, una declaratoria municipal ante las muertes violentas que alcanzan hasta una docena en menos de un día, por lo que se pidieron clases virtuales.
El Ministerio de Educación está enviando a la casa a los alumnos (virtualidad) por dos o tres días, según la situación de violencia alrededor de cada plantel.
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