El presidente Lenín Moreno puso a Jorge Wated, presidente de BanEcuador, al frente de este grupo. Él coordina los entierros en el panteón de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Para acelerar los entierros de las personas que mueren en casa, ya sea por Covid-19 u otras patologías, el presidente Lenín Moreno creó una “fuerza de tarea”. Al frente de este grupo estará Jorge Wated, presidente de BanEcuador.
El funcionario ofreció una entrevista en EcuadorTV desde el panteón metropolitano de la Junta de Beneficencia. Este lugar es el nuevo campo santo de Guayaquil, ubicado en la Vía a la Costa.
Allí, según dijo el funcionario, se destinó un espacio para sepultar a las personas que fallezcan durante la emergencia sanitaria. Wated aclaró que serán tumbas unipersonales al negar la creación de una una supuesta “fosa común” en la ciudad.
En ese espacio, entre hoy -lunes 30 de marzo- y mañana, se enterrará a 50 personas. Un sacerdote ofrecerá el servicio religioso. Por la emergencia sanitaria están prohibidos los velorios y funerales.
“Hasta mañana esperamos poder terminar con el 100% de los fallecidos y no demorar más de 12 horas el retiro de personas que van falleciendo en sus domicilios”, ofreció el funcionario.
Agregó que, a raíz de la emergencia sanitaria del coronavirus, se registra un Guayaquil un incremento de 40 a 50% en el número de decesos.
Para acelerar los entierros, Wated aseguró que se eliminaron trámites, tanto en servicios públicos como privados.
Y reiteró el trámite que deberán seguir las familias cuando fallece una persona. Las personas deben llamar al ECU 911. Si no tienen el certificado de defunción, el Estado enviará un equipo médico para hacerlo. Si tienen contratada una funeraria, esta hace el trámite.
“Nosotros nos encargaremos de hacer la cristiana sepultura”, prometió el funcionario.
Servicios limitados en funerarias
Pero Viviana Olivares, propietaria de una funeraria, asegura que sí hay que hacer trámites, los cuales demoran mucho. Necesitan dos documentos, siempre que la muerte no sea por coronavirus.
“Para sacar el permiso de entierro en infectología son por lo menos cuatro horas de fila. En el Registro Civil, que solo atiende en una oficina en toda la ciudad, haces cola desde las cinco de la mañana para que te atiendan a las 12 del día”, advierte.
Olivares comenta que cuando ocurre una muerte se llama al 911. Entonces el Ministerio de Salud envía un equipo para emitir un documento que señale la causa de la muerte. “Pero no están yendo”, afirma.
“Tengo un chico que tiene cuatro días a su papá en la casa y nadie lo va a retirar. Él llamó al 911, fue a la Policía Judicial. Los del 911 dicen que ellos no pueden hacer nada y que llame al 171 y allí tampoco lo ayudan”, narra.
Según los cálculo de Olivares, el 85% de las personas muere en casa. Los familiares deben “conseguir el documento de un médico tratante de que certifique la causa de muerte, eso es lo que no hay. Ahí viene el viacrucis del familiar que recurre al Ministerio donde no hay respuesta.
Su funeraria ofrece todos los servicios, pero con la emergencia se redujeron a la venta de ataúdes que los mismos deudos debe ir a retirar. “El personal no va a las casas por miedo”.
Antes de la emergencia sanitaria vendía en promedio 3 a 4 ataúdes diarios. Hoy esa cifra llega a 15.
También le puede interesar:
Lo último