En 26 meses de Gobierno, Guillermo Lasso ha usado los decretos de excepción para tratar de contener la violencia criminal. El último se da por el asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago.
El presidente Guillermo Lasso acumula 11 decretos de estado de excepción en dos años y dos meses de gestión por hechos relacionados con la inseguridad ciudadana. Eso sin contar que por tres ocasiones renovó la medida.
El último decreto regirá por 60 días para Manabí, Los Ríos y el cantón Durán (Guayas), tras el asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago. Hace apenas tres meses lo aplicó a Guayaquil.
Se trata de una medida extraordinaria. El artículo 164 de la Constitución dice que el Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural.
Las veces que Lasso ha invocado el estado de excepción ha sido para tratar de contener crímenes o revueltas carcelarias, precisamente, en Manabí, Los Ríos, Guayas, además de Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas.
La justificación es la misma: "grave conmoción interna". La medida puede entrar en vigencia de inmediato, aunque la Corte Constitucional tiene la facultad de realizar un control de constitucionalidad.
Por tres veces, el mandatario firmó decretos para renovar el estado de excepción por estas causas. La Constitución permite que puedan durar máximo 60 días, con posibilidad de prórroga de 30 días más.
Otros 11 decretos de estado de excepción fueron por otras causas relacionadas con la pandemia del COVID-19, al iniciar su gestión, o por desastres naturales como el hundimiento de tierra, a causa de la minería ilegal, en Zaruma en febrero del 2022.
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