El Carnaval es una celebración propia de los países católicos, que poco a poco se extendió a los no cristianos. Esta festividad se celebra inmediatamente antes de la cuaresma que se inicia con el Miércoles de Ceniza.

En muchos países el Carnaval combina el sincretismo religioso con elementos culturales propios de cada región. Son comunes en esta época, los disfraces, grupos que cantan coplas, desfiles y fiestas en la calle.

A pesar de las diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol. Esto, pese a que en sus inicios, era considerada una época para mantener el sentido del pudor propio de los días previos a la cuaresma.