La Fundación Dibuja una Sonrisa, que entrega desde 2012 pelucas a pacientes con cáncer, vive una etapa compleja, pues desde el inicio de la pandemia la llegada de donantes se redujo considerablemente.
El cabello y el dinero donado sirven para confeccionar las pelucas que son entregadas a los pacientes oncológicos, con el propósito de levantar su autoestima y combatir los efectos de los tratamientos en los que pierden el cabello.
Desde su creación, más de un millón de personas han llegado a la fundación para donar su cabello. En la actualidad las donaciones son escasas y las necesidades de esta fundación, cada vez más grandes.
