Ecuador registra una tasa de 15,48 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, a cuatro meses de terminar 2022. Esmeraldas es la provincia con el peor índice de asesinatos.
En menos de 24 horas ocurrieron seis muertes violentas en Guayaquil. Cuatro de ellas se produjeron en el sector de Socio Vivienda 2, en el Distrito Nueva Prosperina, al noroeste de la ciudad, donde operan bandas como los Tiguerones y las Águilas.
Hombres armados con fusiles dispararon sus armas en medio de la noche, en un enfrentamiento entre las dos bandas, que libran una batalla que no ha sido controlada por el Estado, a pesar de que rige un estado de excepción.
Como consecuencia de la balacera, falleció una persona y tres resultaron heridas, entre ellas, un niño de apenas 10 años.
Los cantones de Guayaquil, Samborondón y Durán -que comprenden la llamada Zona 8- son donde ha ocurrido la mayoría de muertes violentas, 939 de 2.471 registradas en el país hasta el 1 de septiembre.
Si se suma al resto de cantones de la provincia de Guayas, la cifra alcanza las 1.211 muertes violentas, superando así el número de homicidios ocurridos durante 2019 en todo el país.
La provincia de Esmeraldas, que está intervenida por una Fuerza de Tarea Conjunta y donde se supone que hay cerca de 4.000 agentes, entre policías y militares, registra 322 muertes violentas a la fecha, cuando en el mismo periodo de 2021 fueron 83.
Eso ubica a la provincia de Esmeraldas con la tasa de homicidios más alta del país, 48,79 muertes por cada 100.000 habitantes.
Durante los primeros ocho meses de 2022, hubo 2.785 muertes violentas en Ecuador, lo que significa que en promedio ocurren 348 asesinatos por mes.
Por el delito de asesinato fueron registrados ante la Policía Nacional 2.521 casos; 186 por homicidio, 56 por femicidios y 22 por sicariato en lo que va de 2022.
Si esta tendencia continúa hasta fin de año, Ecuador habrá superado las 4.000 muertes violentas.
De ser así, alcanzaría una tasa de 22,2 homicidios por cada 100.000 habitantes, la más alta en su historia, y superaría el promedio de Latinoamérica, que es de 17,2, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
Las muertes violentas son el principal indicador del nivel de inseguridad de un país y la mayor preocupación de los ecuatorianos.
El Plan Nacional de Desarrollo, que el Gobierno presentó en 2021, planteaba una reducción de la tasa de muertes violentas de 0,6 por cada 100.000 habitantes hasta 2025; es decir, llegar a una tasa de 10.
Una meta que está lejos de cumplirse, cuando la cifra actual de 15,48 homicidios por cada 100.000 habitantes.
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