Con los 1.360 guías penitenciarios que se sumaron a la planta del SNAI, el sistema carcelario ecuatoriano ya cuenta con 2.860 agentes para controlar a los 32.325 presos que tiene el país.
Luego de 11 masacres registradas en 21 meses, y que dejaron 413 presos asesinados, el Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) continúa con la intervención al sistema carcelario en busca de un mayor control penitenciario.
La intervención estatal se realiza en varias aristas. Dos de las principales estrategias son:
- Reducción del hacinamiento carcelario.
- Incremento de guías penitenciarios.
Cuando se dio la primera masacre, el 23 de febrero de 2023, en Ecuador había 38.751 detenidos (29,62% de hacinamiento). Y el Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria (CSVP) tenía 1.500 agentes. Es decir, cada guía estaba a cargo de 26 presos.
La recomendación internacional, emitida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que se adscribe el SNAI, establece que debe existir, al menos, un guardia por cada diez reclusos.
Es decir, en ese momento había un déficit de guías penitenciario del 61%.
La undécima masacre ocurrió el 18 de noviembre de 2022, cuando 10 internos fueron asesinados en la Cárcel de El Inca (Quito).
Según el último reporte oficial, hasta el 28 de octubre de 2022, el número de presos se redujo a 32.325 (7,15% de hacinamiento). Pero, el 28 de noviembre de 2022, el SNAI graduó a 1.360 nuevos guías penitenciarios.
Es decir, la planta de agentes de seguridad ya tiene a 2.860 efectivos. Cada uno tiene a su cargo a 11 presos.
Según el estándar internacional, el déficit de guías penitenciarios ahora es del 11%. Y se redujo en un 81,97% con respecto a las cifras de febrero de 2021, cuando empezaron las masacres.
El presidente Guillermo Lasso anunció que durante el primer semestre de 2023 está previsto que se incorporen 1.000 agentes más. Si esto se concreta, el CSVP llegaría a 3.860 agentes y el estándar quedaría en ocho presos por cada guía.
A las cárceles sin equipamiento
Los 1.360 nuevos guías penitenciarios asistieron a su graduación, el 28 de noviembre de 2022, con sus uniformes y con chalecos antibalas. Sin embargo, eso únicamente fue parte del acto.
El SNAI todavía no ha entregado los equipos de dotación a los agentes. Los chalecos fueron prestados y muchos estaban caducados. Luego del evento tuvieron que devolverlos. Así lo confirmaron tres agentes que conversaron con PRIMICIAS.
El mismo 28 de noviembre de 2022, luego de la graduación, los nuevos 1.360 guías penitenciarios fueron sorteados y asignados a diferentes prisiones. Todos empezaron a trabajar el 1 de diciembre de 2022.
Uno de los agentes entrevistados, que pidió la reserva de la identidad, indicó que cuando se presentó a trabajar en la cárcel a la que fue asignado le comunicaron que "tal vez para enero" les entreguen uniformes, botas, cinto y otros equipos como gas y agente químico.
Por el momento, están trabajando con el uniforme que ellos mismo compraron. Uno de los agentes informó que gastó USD 80 en el uniforme y las botas. Y otros USD 70 en el cinto, que incluye unas esposas y una linterna.
Guillermo Rodríguez, director del Servicio de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), informó que la inversión del Gobierno para mantener a los nuevos integrantes del CSVP será de más de USD 16 millones anuales.
Sin embargo, no se han entregado detalles de esa inversión. Tampoco en el sistema de contratación pública aparecen procesos para la compra de los equipos para los nuevos agentes.
Rodríguez está en funciones desde el 10 de octubre de 2022. PRIMICIAS ha solicitado entrevistas en reiteradas ocasiones, pero estas no se han podido concretar por problemas en la agenda del funcionario.
Formación en artes marciales
Desde inicios de noviembre de 2022, el Gobierno ejecuta una intervención en las cárceles del país. Hasta este momento se han hecho operativos en cuatro prisiones.
- Penitenciaría del Litoral (Guayaquil).
- Cárcel de El Inca (Quito).
- Cárcel Bellavista (Santo Domingo).
- Cárcel de Sucumbíos.
En los cuatro centros, los efectivos policiales y militares encontraron armas de fuego de diferente calibre. Incluso, en la Penitenciaría del Litoral los agentes fueron recibidos con granadas.
Y en la Cárcel de El Inca, la intervención y traslado de cabecillas provocó un nuevo motín que dejó 10 internos asesinados.
Según los nuevos agentes, su formación no estuvo centrada en el manejo de armas de fuego y el combate a ataques armados.
Más bien recibieron formación intensiva en tres tipos de artes marciales: jiu jitsu, karate do y defensa cuerpo a cuerpo.
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