La respuesta parece simple: a Cristiano Ronaldo le faltó haber ganado un Mundial para ser considerado, sin debates, el mejor futbolista de la historia. Pero resulta que no. Sus acérrimos defensores sostienen, a propósito de sus 39 años recién cumplidos, que ya es el mejor pese a que no levantó la Copa del Mundo.
En realidad, no es lo uno ni lo otro.
Es cierto que sus logros son impresionantes. Revisemos estas pocas cifras, solo para maravillarnos de la carrera de Cristiano Ronaldo, heredero legítimo de la estela de Eusebio:
- Jugador con más goles de la historia: 874
- Jugador con más goles de la historia de los clubes: 746
- Jugador con más goles de la historia de las selecciones: 128
- Jugador con más goles de la historia de la Champions League: 140
- Único jugador en ganar cinco Champions League como máximo goleador de cada edición.
¡Wow! Son cifras espectaculares, pero no determinan que es el mejor porque, para que sea justo, el resto de cracks legendarios como Pelé deberían haber estado en el mismo lugar, haber vivido la misma época y haber contado con la misma trayectoria de Cristiano Ronaldo.
Por eso, definir al "mejor" siempre será una apreciación subjetiva, sobre todo porque el fútbol, pese al mercantilismo imperante y al auge de la data, sigue siendo un arte. Y la aceptación de la que goza el artista dependerá de los gustos de cada uno.
Por eso, para unos Lionel Messi es mejor que Cristiano Ronaldo, de la misma manera en que (aunque nos cause convulsiones), Peso Pluma ha ganado el Grammy en lugar de Lila Downs.
Quizás si Cristiano Ronaldo hubiera ganado un Mundial, la discusión estaría zanjada. Pero no lo ganó porque CR7 careció de algo que sí tuvieron Pelé, Messi, Zidane, Maradona y otros: equipo. La mejor estrella siempre será aquella que brille gracias a sus compañeros porque el fútbol, al final del partido, es una obra colectiva.
Puede parecer que Pelé ganó solito el Mundial de 1970 y que Maradona hizo lo mismo en 1986. Es una ilusión, porque ambos dependieron de sus compañeros, quizás menos dotados (aunque en Brasil todos eran geniales), pero de todos modos articulados a una agrupación.
Por eso, cuando Argentina ganó el Mundial de 2022, ahí sí acabó la discusión de quién era 'mejor', si Messi o Cristiano Ronaldo, no por la corona, sino por el logro del equipo. Desde entonces, pese a las arengas de los fans de CR7, solamente estamos presenciando el ocaso de estos espectaculares atletas que protagonizaron la rivalidad deportiva más intensa del siglo XXI.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.
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