El marchista, que se contagió de Covid-19 antes de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, dice que tiene "una deuda pendiente" y que quiere ir por una medalla en París.
David Hurtado no tenía planeado obtener la marca olímpica el 25 de febrero de 2023, en el Nacional de Marcha en Machala.
El quiteño de 23 años esperaba conseguir su clasificación a partir de marzo, en alguna de las competencias europeas del World Challenge, pero de un momento a otro se le ocurrió consultar a su entrenador, Javier Cayambe, si era posible lograrlo ese mismo día.
"Me levanté muy analítico en cuanto a condiciones climáticas y ritmos de competencias. Mi primer impacto fue decirle al profe: hoy vamos a hacer esa marca", explicó Hurtado en una entrevista con PRIMICIAS.
Su entrenador le realizó las pruebas de lactato, las cuales sirven para comprobar el estado físico del deportista. Los buenos resultados demostraron que el marchista sí estaba listo.
En cada uno de los 20 kilómetros de la competencia, Hurtado fue chequeando su reloj, revisando si cumplía con los ritmos preestablecidos. Los tiempos eran alentadores.
La marca mínima para clasificarse era de 1:20:00. El ecuatoriano llegó a la meta con un tiempo de 1:19:24 y se convirtió en el primer deportista ecuatoriano en clasificarse a París 2024.
"Mi preparación física había sido la indicada, me había entrenado en altura y a nivel de mar, en Santo Domingo y Atacames, estaba listo para el calor y la humedad", dice orgulloso.
Una deuda pendiente
París 2024 serán los segundos Juegos Olímpicos para Hurtado. En su primera participación, en Tokio 2021, vivió una experiencia complicada.
Ni bien llegó a la villa olímpica en Japón, el 23 de julio, el ecuatoriano dio positivo en una prueba de Covid-19 y tuvo que ser aislado inmediatamente.
La competencia de los 20 kilómetros de marcha se disputaba el jueves 5 de agosto, por lo que el quiteño tenía 13 días para recuperarse.
"Mentalmente me cayó como un baldazo de agua fría, pero lo más importante fue aceptarlo", recuerda Hurtado, quien tuvo que entrenarse encerrado en su cuarto, con una caminadora.
El 31 de julio, Hurtado dio negativo y pudo preparase junto al resto de la delegación ecuatoriana de marcha. En la competencia, el quiteño culminó en el puesto 19, con un tiempo de 1:24:31.
Después de esta dura experiencia, el atleta quedó insatisfecho y quiere demostrar cuál es su verdadero potencial en un evento de esta magnitud.
"Tengo una deuda pendiente conmigo mismo en unos Juegos Olímpicos, así que ahora debo desquitarme en París".
David Hurtado, marchista ecuatoriano.
No basta con participar
Hurtado y su entrenador han modificado su planificación en este año previo a los Juegos Olímpicos. El objetivo es que el atleta se acostumbre a competir contra los mejores marchistas del mundo.
"Al conseguir la marca hemos cambiado el cronograma. Inicialmente íbamos a hacer cuatro competencias World Challenge en este semestre, pero ahora sólo haré dos: los 10 kilómetros de Madrid el 30 de abril y el Gran Premio de la Coruña en 3 de julio".
Después de esto, el atleta buscará destacarse en el Mundial de Atletismo en Budapest, en agosto, y en los Juegos Panamericanos de Santiago, en octubre.
"La experiencia que tuve en Tokio me enseñó que los deportistas que van a unos Juegos Olímpicos deben ser estratégicos, así que estamos afinando detalles para poder estar al mismo nivel de los más grandes".
Estoy compuesto de mucho corazón, mucho coraje y sé que grandes cosas vendrán con esfuerzo y pasión, estamos trabajando en esa línea.
David Hurtado, marchista ecuatoriano.
En definitiva, Hurtado no irá a los próximos Juegos Olímpicos a ser uno más. "Ya no basta sólo con participar, con repetir lo que hice en Tokio, en París quiero competir por una medalla".
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