Los equipos más solventes de la temporada disputan su último partido este martes 29 de diciembre, desde las 20:15, en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Está en juego el campeonato de la Liga Profesional y un invicto de 23 años.
La Casa Blanca es un cementerio para Barcelona. El equipo guayaquileño no ha podido ganar en 23 años y dos meses en el estadio de Liga de Quito, rebautizado en junio de 2017 como Rodrigo Paz Delgado, en honor a su dirigente más importante de la historia.
Liga y Barcelona jugarán, este martes 29 de diciembre, a dos días de que se termine el año de la pandemia, su partido 52 por campeonato nacional en el estadio blanco. Las estadísticas dicen que los 'albos' han ganado 33 de esos encuentros y el resto han sido empates.
Barcelona ha estado cerca, muy cerca de llevarse los tres puntos de Ponciano. Al menos en cinco ocasiones los hinchas amarillos acariciaron la victoria, pero el destino los dejó con las manos vacías, como en aquel recordado partido del 8 de septiembre de 2002 en el que Byron Moreno fue el protagonista.
En esa ocasión, el 'ídolo del Astillero' ganaba 3-2 y ya se habían cumplido los 90 minutos de juego. Moreno adicionó 13 minutos y Liga pudo remontar para ganar el encuentro por 4-3.
O el partido del 5 de agosto de 2012, en el que Barcelona ganaba 2 a 1 hasta el minuto 93, con dos goles de Damián Díaz. Pero apareció Claudio Bieler para poner el 2-2 y mantener el invicto.
Con esos antecedentes, Liga y Barcelona definirán el título de campeón por segunda vez en la historia. Ya ocurrió en el torneo apertura 2005, en el que los 'universitarios' se llevaron el triunfo, después de perder 0-1 en Guayaquil y golear 3-0 en su estadio.
Se ha hablado mucho de este partido en las redes sociales. Hinchas y periodistas han discutido durante varios días por el uso del VAR, después de que se usara en la primera final y las imágenes no hayan mostrado todo lo que debían.
Una final que se jugará después de Navidad, cuando habitualmente a estas alturas del año los jugadores ya suelen estar de vacaciones. Y será una final sin público, debido a la pandemia del Covid-19. El campeón tendrá que festejar sin su hinchada y en privado. Una final en la que los blancos buscan la estrella 12 y los amarillos su corona 16.
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