Glas dice sentirse 'dolido' de saber que había personas como Ferdinan Álvarez en la Revolución Ciudadana, pero el legislador asegura que lo han amenazado.
En medio del escándalo en las filas del correísmo sobre audios filtrados y denuncias por peculado en la Prefectura de Pichincha, este 25 de octubre, dos de los involucrados, Ferdinan Álvarez y Jorge Glas, cruzaron declaraciones con la prensa.
Álvarez, quien salió de la bancada legislativa de la Revolución Ciudadana (RC), afirmó ante el canal Teleamazonas que este miércoles se había preparado un atentado en su contra, y que incluso, dijo, sería en la entrega de credenciales a los asambleístas por Guayas.
"Se estaba organizando a cierta militancia para que en el evento atentaran físicamente en mi contra", expresó el exjefe de la bancada correísta, quien estuvo ausente en el evento del CNE.
Álvarez ya había acusado a Glas de supuestas amenazas, luego de que la asesora del exvicepresidente, Soledad Padilla, lo denunció por intimidación.
Además, el legislador electo indicó que la llamada amenazante salió desde Colombia, y que se había determinado un "monto por su vida".
Tras lo ocurrido, Álvarez presentó su propia denuncia ante la Fiscalía en Quito e ingresó en el programa de testigos de la entidad.
Horas antes, Glas había estado en Quito para declarar en el caso que se sigue en su contra por intimidación.
"Vine a dar mi versión en este mal dado caso de intimidación, que lo han calificado con otro nombre, sin prueba alguna", dijo Glas a la salida de la Fiscalía, a la radio Pichincha.
Según el exvicepresidente, la denuncia presentada por su exasesora personal, Soledad Padilla, por intimidación "es cantinflesca" y alude a "temas personales y de chisme".
Consultado sobre las declaraciones de Álvarez, que lo responsabilizan de supuestas amenazas, Glas dijo que eso es "una payasada".
Ola de denuncias
Padilla asegura que desde hace 16 años trabajó con Glas, y lo denunció recientemente por los supuestos delitos de intimidación y violencia contra la mujer.
Pero Glas también respondió con una denuncia y esta vez por extorsión, que reiteró antes los medios este miércoles.
En palabras del exsegundo mandatario, Padilla y una amiga de ella le pedían USD 350.000 para no colocar la denuncia por acoso.
Repitió que tanto Padilla como el legislador Álvarez lo habían extorsionado con revelar una serie de conversaciones grabadas a otros miembros del correísmo, como Fernando Alvarado, Alexis Mera, Paola Cabeza y el propio Rafael Correa.
"Es un tema penoso y un impacto muy profundo que dentro de las filas hay que este tipo de personas", agregó Glas.
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