La desmesurada ambición de la banda narcodelictiva Chone Killers, sumada a la negativa de los Latin Kings de formar alianzas, contribuyen al cóctel de violencia que asedia a Durán.
El mapa de la distribución de los grupos de delincuencia organizada en Durán (Guayas) muestra cómo la violenta presión que ejercen los Chone Killers ha ido desplazando a la principal banda rival, los Latin Kings, hacia los confines externos y marginales de la ciudad.
Esa lectura coincide con los análisis de inteligencia de la Policía Nacional, que apuntan a que los Chone Killers concentran sus actividades prácticamente en todo el cantón, excepto en el Cerro Las Cabras, controlado por la organización de Los Águilas (Choneros).
En el centro-sur de la ciudad, al norte y noreste, la ambición de los Chone Killers “por acaparar todo el cantón Durán” ha desatado niveles de violencia solo comparables a las tasas de homicidios de ciudades mexicanas, entre las más sangrientas del mundo.
El objetivo es desplazar o exterminar a la principal banda rival en el cantón, los Latin Kings, como ya lo han hecho con clanes delictivos independientes o de microtráfico a los que desde 2020 han puesto en una disyuntiva: o se unen a ellos o los asesinan.
De hecho, las investigaciones policiales apuntan a que el grueso de desmembramientos y descuartizamientos que alcanzaron su punto máximo en 2021 y 2022 son ajusticiamientos criminales frente a quienes no se han querido unir a los Chone Killers. También se los responsabiliza de ataques con explosivos en el cantón.
Subgrupos de Chone Killers en Durán
La violenta banda delictiva cuenta con un brazo armado que se dedica a vigilar su territorio y a ejecutar muertes selectivas de miembros de grupos rivales, de quienes rompan sus códigos o contravengan sus designios.
Además, los Chone Killers disponen de sus propios armeros para el mantenimiento de las armas de fuego, según inteligencia policial. Entre sus códigos está el de ayudar económicamente cuando un miembro es detenido, para pagar los honorarios de la defensa.
La organización está dividida en subgrupos, denominados capítulos, responsables por sectores de actividades ilícitas (micro y narcotráfico, extorsión o secuestro), a quienes se les otorga un nombre en base al lugar de operación o al alias de su líder.
Un informe de evaluación situacional del narcotráfico en Ecuador devela al menos tres capítulos identificados, entre ellos el Toque The Chone Killer Ben 10-Recreo-La M, la más fuerte de las estructuras. También están los capítulos La Floresta y Kilombo.
Dos hombres pasan junto a un grafiti alusivo a una de las bandas criminales en Durán, Guayas, azotado por la violencia, el 8 de octubre de 2023. AFP
La organización inició como brazo armado de Los Choneros (ahora entre sus rivales) hasta su separación en 2020, lo que llevó a los Chone Killers a pasar de un simple grupo local a uno que brinda servicio a carteles internacionales del narcotráfico.
En Durán ofrecen servicios para el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación y para redes balcánicas (sobre todo albanesas). Al grupo lo lideran los hermanos Terry Israel Camacho, alias el ‘Trompudo’ o ‘Hebreo’; y Antonio Benjamín Camacho, alias ‘Ben 10’.
Los carteles ajustaron su método de pago por “heroína” durante la pandemia para la venta al menudeo, lo que elevó el poder económico y la capacidad de fuego de bandas como los Chone Killers, de acuerdo con el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO).
Retaliaciones y venganzas
Todo esto mientras los Latin Kings quisieron mantenerse neutrales frente a la idea de formar parte de Chone Killers (en alianza a escala nacional con Tiguerones y Lobos) o del otro grupo que aún les hace contrapeso a esa trilogía, Los Choneros.
Una unión de Latin Kings y Chone Killers es más improbable ahora por la violencia desplegada y porque este segundo grupo se consolidó con el financiamiento de antiguo miembro de Los Ñetas (Leandro Norero), pandilla rival en los 90 de los Reyes Latinos.
La trilogía de Lobos, Tiguerones y Chone Killers actualmente es la que despliega la mayor violencia criminal en el país, en ataques “desmedidos” que incluyen armas tipo fusil, según un estudio de la Dirección de Investigación Antidrogas.
La negativa de Latin Kings de tomar partido por uno u otro grupo llegó a funcionar en el primer semestre de 2023.
De hecho, Durán vivió un periodo de relativa e inusitada paz luego de dos años violentos, hasta que a finales de junio pasado se rompió un pacto de no agresión tras el asesinato de un familiar del líder de los Reyes Latinos, Carlos Macías Saverio, alias ‘El Diablo’.
Los Aguilas, en el cerro Las Cabras, parecen disfrutar aún del acuerdo local, pues la zona de cruenta violencia permanece sin discordias desde su militarización a inicios de 2023.
Los más recientes casos de sicariato y matanzas se producen en barrios de clase media como La Primavera 2, donde un remanente de Latin Kings continuó vendiendo drogas al menudeo tras la pacificación de la pandilla, que se insertó en la sociedad en 2007.
Los Reyes Latinos devuelven el golpe tras los asesinatos en la cercana Los Helechos (al sur), dominada por Chone Killers. Algo similar pasa en la cooperativa Ana María de Olmedo (en el centro norte de la ciudad), otro escenario de masacres.
El más reciente crimen múltiple en la Ana de Olmedo se saldó el 11 de noviembre con siete fallecidos y dos heridos. Criminales persiguieron hasta un cumpleaños a un presunto miembro de Los Chone Killers y dispararon a mansalva, con pistola y fusil, a los presentes.
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