Sicarios acabaron con la vida de Joselo, quien en 2022 sobrevivió a un ataque de 60 disparos. También murió su hijo.
Las ráfagas de balas parecían juegos pirotécnicos y los habitantes de Bascún pensaban que estaban celebrando a la patrona de Baños de Agua Santa, en Tungurahua.
Pero, cuando la gente salió de sus casas para presenciar los juegos de luces, se percataron que no se trataba de pirotecnia sino de disparos, y que habían asesinado a dos personas.
Los sicarios habían interceptado un auto plomo cerca al puente Bascún, al ingreso al complejo de aguas termales El Salado. Dentro del carro estaban dos personas, una agonizante y la otra sin vida.
Cuando llegaron los policías, confirmaron que la persona herida y agonizante era José Rivas Lozano, de 42 años y a quien lo conocían como alias ‘Joselo’, presunto líder del Grupo Delictivo (GDO) Los Lagartos. El otro baleado fue su hijo, de 23 años, que ya estaba sin signos vitales.
Una vez que alias ‘Joselo’ llegó al Hospital Básico de Baños, la Policía de la Subzona de Tungurahua activó el código plata para resguardar la seguridad a los médicos y pacientes. Rivas murió minutos después en la casa de salud.
‘Joselo’ se habría salvado de morir al menos dos veces. En mayo del 2022 le habrían disparado al menos por 60 ocasiones. Luego, en julio del mismo año fue detenido en un operativo policial que se realizó en Guayas y Santa Elena.
En esa ocasión fue puesto en arresto domiciliario porque seguía en recuperación por las heridas causadas en el atentado. Según los vecinos de Baños, Rivas al parecer tenía familia que estaba viviendo en el cantón hace varios meses.
Los dos cadáveres fueron trasladados hasta la Morgue de Ambato. Los policías de la Dinased, Criminalística y Policía Judicial están en las investigaciones.
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