En zonas de la provincia de Los Ríos se ha extendido el cobro de vacunas extorsivas a bananeras y otras haciendas pagan por protección paramilitar. Vinces, donde se descubrió un cargamento de 21,4 toneladas de cocaína, no escapa a estas prácticas.
Lo que ocurre en la zona rural de la provincia de Los Ríos se asemeja a lo que pasó con los paramilitares en Colombia, en los 90. Entre Choneros y Lobos, hacendados pagan a grupos armados para que los protejan de otros, como autodefensa. Vinces no escapa a esas prácticas.
Vinces es el cantón menos violento de la provincia, pero un decomiso récord de 21,4 toneladas de cocaína en una bananera del sector Estero Lagarto, a 40 minutos al noreste del cantón, sorprendió al país y destapó la magnitud de las redes del crimen organizado en la zona.
Según la Policía, los delitos de mayor connotación en toda la provincia -dominada por Los Lobos y Los Choneros- son el secuestro y la extorsión, que desde el año pasado comenzaron a afectar también a dueños de haciendas agrícolas, ganaderos y bananeras.
Los hacendados están pagando vacunas a bandas narcocriminales para que los protejan de la amenaza que representan otras agrupaciones violentas, según el diagnóstico policial.
Extorsiones y secuestros en Vinces
La zona urbana de Vinces está azotada por la extorsión a locales y cada 15 días se venían registrando secuestros a comerciantes prominentes y dueños de grandes negocios, de acuerdo con el escenario que describe un trabajador local que prefiere el anonimato.
“Generalmente las personas secuestradas son trasladadas hacia el sector del cantón Palenque, a una zona más alejada del pueblo”, dijo.
En tanto que pequeños y medianos productores del recinto Estero Lagarto dicen que han sido estigmatizados tras el hallazgo de droga en la zona, ubicada en la vía Vinces-Mocache.
Ellos aseguran que se trata de un sector de reconocidos agricultores de ciclo corto (maíz y arroz) o por cría de ganado, unidos por el desarrollo del recinto y por iniciativas turísticas en el cercano humedal de Abras de Mantequilla.
“Si alguien llegó desde otra zona y se metió en cosas indebidas, nosotros no tenemos nada que ver”, aseguró una líder del sector. Allí niegan que se registren extorsiones.
Pero PRIMICIAS conversó con un hacendado de Vinces que describe un escenario diferente en otro sector rural del cantón. A continuación, su testimonio:
Vista de bultos con droga hallada en tres grandes caletas bajo una chanchera de la hacienda bananera Serafín, en el recinto Estero Lagarto, en Vinces (Los Ríos). AFP
Así se sobrevive en las haciendas
“Llegan decenas motorizados armados o pasan por las haciendas en unos 'patrullajes' con lo que intimidan a la gente. Y allí donde ven más posibilidades, en las haciendas más grandes, de entre 50 hectáreas y más, les exigen directamente una vacuna (extorsiva).
Eso fue lo que le pasó hace un par de meses a un compadre con el que trabajamos. Le pidieron una vacuna a cambio de protección. Los Lobos exigen hasta USD 20.000 a las haciendas en Vinces.
¿Terminó pagando? Estuvo días pensando en vender la finca e irse de aquí porque no tenía para pagar esa cantidad y además temía terminar secuestrado, como ocurre a cada rato entre comerciantes en el pueblo.
"Entre más cerca estés de Vinces o Palenque es peor, les están pidiendo USD 4.000 o USD 5.000 a los dueños de las fincas".
Al final, a mi compadre se le ocurrió hablar con un intermediario para llegar a un acuerdo y ‘arreglar’. El problema es que si pagas se quedan quietos por unos meses y luego vuelven por mucha más plata; o algo que es peor, llegan por plata miembros de otras bandas.
En Vinces operan Los Lobos pero en zonas cercanas están Los Choneros y por eso se dan bala, entre otras cosas por el control de los pueblos y de las zonas rurales.
"Entre Vinces y Palestina, por ejemplo, dueños de fincas le han tomado tanto miedo a Los Lobos que buscan a Los Choneros en busca de protección".
Hay un narco en Palestina, miembro de Los Choneros, que impide que roben en el sector y se dedica a lo suyo. Pero los hacendados de la zona le piden protección y pagan por ello, porque les resulta más cómodo”.
Lo último