Esa pregunta, con las consiguientes respuestas afirmativas y negativas, inevitablemente surge tras los resultados de las segundas vueltas presidenciales del Ecuador y de la Argentina, efectuadas con tan solo cuatro semanas de diferencia.
Y es que, contra la inmensa mayoría de los pronósticos, el correísmo y el peronismo, dos de las corrientes más emblemáticas y poderosas de la izquierda populista latinoamericana, sufrieron derrotas contundentes que pusieron en duda su perdurabilidad como fuerzas políticas dominantes en sus respectivos países, e incluso su propia cohesión interna.
En ambos casos, el candidato vencedor llegó de fuera de las estructuras partidistas tradicionales, en lo que podría ser el síntoma de un cambio total de ciclo político, relevo generacional incluido.
Jorge Ortiz, en su video-columna semanal, explica la trascendencia geopolítica que tuvieron las elecciones de Ecuador y Argentina, sobre todo, con las derrotas para la izquierda latinoamericana.
