Haití vive días de terror y está al borde de una guerra civil. Esto tras varios días de violencia marcados por el asalto de miembros de bandas armadas a una cárcel, de la que se fugaron más de 3.500 presos. Esta cifra representa el 87% de los reclusos de ese centro penitenciario.
Tras quedar paralizada por los intensos tiroteos, la población de Puerto Príncipe, la capital de Haití, intenta recuperar la normalidad, en medio de comisarías incendiadas, restos de personas carbonizadas en las calles y fuerte presencia policial.
El Consejo de Seguridad de la ONU, afirmó el miércoles 6 de marzo que Haití enfrenta una situación "crítica". Mientras que un poderoso jefe pandillero apodado "Bárbecue", que lidera una coalición de bandas conocida como el G9, amenazó con una "guerra civil" en Haití, si no renuncia el primer ministro, Ariel Henry.
