Las estrategias de Estados Unidos apuntan a aliviar la falta de suministro de crudo por la guerra en Ucrania, y limitar la influencia rusa y china en la región.
La petrolera italiana Eni SpA y la española Repsol SA podrían comenzar a enviar crudo venezolano a Europa en julio, según confirmaron cinco fuentes a Reuters.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dio el visto bueno a las dos compañías a través de una carta.
Esta decisión reanuda los intercambios de petróleo por deuda interrumpidos hace dos años cuando Estados Unidos intensificó las sanciones a Venezuela.
Además, la luz verde de Washington para reanudar los congelados flujos de petróleo venezolano podría suponer un impulso simbólico para el presidente de ese país, Nicolás Maduro.
El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, espera que el crudo venezolano pueda aliviar la falta de suministro, a raíz de la invasión rusa en Ucrania.
También permitiría reducir la dependencia europea de Rusia y limitar la influencia de Moscú y de China en América Latina.
Las dos compañías energéticas europeas, que tienen empresas con la petrolera estatal venezolana PDVSA, pueden contar los cargamentos de crudo como pago de deudas pendientes y dividendos atrasados.
Una condición clave es que el petróleo recibido "tiene que ir a Europa. No puede ser revendido en otro lugar".
Washington cree que PDVSA no se beneficiará financieramente de estas transacciones sin efectivo, a diferencia de las actuales ventas de petróleo de Venezuela a China.
China no se ha adherido a las sanciones occidentales a Rusia, y ha seguido comprando petróleo y gas ruso a pesar de los llamamientos de Estados Unidos.
Las autorizaciones se produjeron en mayo, pero no se ha informado previamente de los detalles ni de las restricciones de reventa.
Acercamiento a Caracas
El gobierno de Biden ha mantenido una postura de acercamiento a Venezuela, lo que se demostró en marzo cuando mantuvo conversaciones de más alto nivel.
Luego Venezuela liberó a dos de 10 ciudadanos estadounidenses encarcelados y prometió reanudar las conversaciones electorales con la oposición.
Maduro aún no ha acordado una fecha para volver a la mesa de negociaciones. Y Washington ha sostenido que un mayor alivio de las sanciones estará condicionado a las reuniones con la oposición.
Mientras que en mayo, Biden autorizó a Chevron, la mayor petrolera estadounidense en Venezuela, a hablar con Maduro y con PDVSA sobre futuras operaciones.
Fue por esas fechas que el Departamento de Estado de Estados Unidos envió cartas a Eni y Repsol diciendo que "no se opondría" si reanudaban los acuerdos de petróleo por deuda.
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