Después de la medianoche del 5 de octubre ya no se podrán publicar encuestas, aunque la medida no aplica para las redes sociales, donde se las utiliza para intentar influir en la opinión pública.
Más allá de la precisión que puedan tener las encuestas en sus pronósticos electorales, lo único claro en la segunda vuelta presidencial son las tendencias: el respaldo de Daniel Noboa baja lentamente, mientras que el de Luisa González sube, también, lentamente.
Pero, según la normativa electoral, las encuestas solo se pueden difundir hasta la medianoche de este 5 de octubre, 10 días antes de la votación. Sin embargo, al igual que con la propaganda electoral, esto no aplica para las redes sociales.
De todas formas, como se ha visto antes, la proliferación de encuestas puede ser una técnica para incidir en la opinión pública y en la intención de voto. Es decir, la publicación de resultados de sondeos de opinión puede ser usada por los equipos de campaña para su beneficio, o para perjudicar a otros candidatos.
Por ello, es recomendable revisar la información que circula con cautela, ya que es posible encontrar sondeos manipulados y mediciones con técnicas cuestionables.
Las encuestas 'oficiales'
El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó a 25 personas naturales y jurídicas para que puedan realizar pronósticos electorales durante este proceso. De ellas, cinco han difundido información posterior al debate presidencial del 1 de octubre.
Cuatro de ellas dan la ventaja al candidato de la alianza ADN. Comunicaliza lo ubica 5 puntos sobre la candidata del correísmo y Cedatos le da 12 puntos de ventaja. Pero Telcodata y Negocios y Estrategias declaran un empate técnico en sus mediciones, con pocas décimas de diferencia.
Sin embargo, la última encuesta de Maluk Research pone a Noboa dos puntos por debajo de González, cuando en su medición previa, la intención de voto era la contraria.
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