Sumergirse en agua helada trae múltiples beneficios al cuerpo, aseguran sus practicantes; pero hay contraindicaciones y es importante tener una guía y sí existe en Ecuador.
Buena salud, mejor metabolismo, enfoque mental, son algunos de los beneficios que se buscan con terapias alternativas como los baños en agua helada.
Esta tendencia que crece en Ecuador consiste en, bajo la guía de una persona especializada, realizar prácticas de respiración y meditación, para luego sumergirse en agua helada.
Antes de la primera inmersión, aconseja el experto Juan Neira, es recomendable realizar un taller donde se enseñan métodos de respiración y enfoque mental.
Con el acompañamiento de un guía, la persona principiante se mete en un tina o pequeña piscina con agua a siete u ocho grados centígrados, donde lo ideal es que logre permanecer por dos minutos.
Progresivamente, los practicantes pueden sumergirse en temperaturas más bajas y por más tiempo.
Al salir de la tina de agua helada también se realizan movimientos, respiraciones y ejercicios especiales.
Wim Hof, el mayor referente
Juan Neira comparte que hace 15 años vivía con ansiedad y depresión, dependía de medicamentos y no se sentía pleno. Su búsqueda personal por mejorar lo llevó a la meditación y al frío.
Se acercó a la meditación tibetana, a las montañas y luego al 'Método Wim Hof', del famoso atleta holandés conocido también como 'Iceman' (hombre de hielo), por su tolerancia a las bajas temperaturas.
Juan Neira guiando una primera inmersión en agua helada. Gabriela Jiménez
Wim Hof es el más famoso referente de las terapias de frío. Ha conseguido récords Guinness por nadar baño el hielo, por sumergirse en hielo por largo tiempo y por superar una media maratón sobre hielo y nieve.
Su método combina técnicas de respiración y meditación, como lo enseña Juan en Quito, pues relata que a los seis meses de introducirse en estas prácticas dejó por completo los medicamentos y sentía que el equilibrio regresaba a su vida.
Práctica de la terapia de baños en agua helada en la escuela de formación de Juan Neira, en Quito. Gabriela Jiménez
Algunos de sus amigos comenzaron a experimentar los baños fríos y a sentir los beneficios. Juan comenzó a dar talleres y ahora mantiene una escuela de formación regular.
Beneficios de los baños en agua helada
"Sumergirse durante solo 20 segundos en agua fría a 4 grados Celsius puede desencadenar un aumento de 400 % a 530 % en la producción de norepinefrina, una sustancia química con propiedades antidepresivas", detalla el sitio web de Juan.
Recomienda las terapias de frío como una alternativa a los antidepresivos farmacéuticos.
Entre los principales beneficios, Juan menciona tres:
- Neuroplasticidad. Enfoque mental y gestión emocional: Juan explica que la neuroplasticidad ayuda a la capacidad de aprender y a la creatividad, solo por mencionar unos ejemplos.
- Aceleración del metabolismo
- Estabilización del sistema nervioso
Sin embargo, el especialista resalta que no se trata solo del agua fría, sino del entrenamiento mental a través de la meditación.
Juan Neira meditando en la montaña, con ropa ligera a bajas temperaturas. Cortesía de Juan Neira
"Mucha gente se está comprando las tinas (o piscinas) para su casa, las llena de agua y hielo, intenta una vez, no lo logra y ahí las deja botadas", dice Juan con preocupación.
Justamente porque es una experiencia fuerte. Sumergirse en agua helada puede doler, generar muchas molestias físicas en el cuerpo durante ese momento y dos minutos parecen eternos.
La respiración y la meditación son cruciales para vivir una experiencia real y comenzar a ver los beneficios de esta terapia alternativa.
Contraindicaciones de los baños fríos
La escuela de Juan Neira advierte a cada persona interesada que existen contraindicaciones para esta terapia.
Juan Neira guiando a practicantes de inmersiones en agua helada. Cortesía de Juan Neira
No deben practicar baños fríos quienes tengan:
- Enfermedad cardíaca coronaria (por ejemplo, angina de pecho, angina estable)
- Urticaria por frío
- Epilepsia
- Insuficiencia renal
- Síndrome de Raynaud (Tipo II)
- Presión arterial alta (en caso de medicamentos recetados)
- Antecedentes de problemas de salud graves, como insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular
- Migrañas crónicas
- Una cirugía reciente
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