Isabel Díaz Ayuso, liberal del Partido Popular, ha ganado las elecciones a la Comunidad de Madrid con rotundidad y esto puede dar importantes lecciones para Ecuador.
Primero porque hay más de 40.000 ciudadanos ecuatorianos residentes en la Comunidad de Madrid, pero si añadimos los descendientes de ecuatorianos en primera o segunda generación se calcula que son mucho más del doble.
Pero es que además la Comunidad de Madrid tiene una importancia específica para la política española y latinoamericana.
Toda su campaña hasta su discurso triunfal, Latinoamérica ha estado muy presente en la agenda de Ayuso; apelando a los "madrileños de Venezuela, madrileños de Ecuador, de Bolivia, de Cuba y de Argentina", y éstos han respondido no solo votándola en masa, sino siendo comunidades muy activas en la campaña.
Desde el inicio Isabel Díaz Ayuso planteó su campaña como: "Comunismo o libertad". Disyuntiva que se vio reforzada cuando Pablo Iglesias, entonces vicepresidente del Gobierno de España, decidió dejar su cargo para presentarse como candidato por su partido Podemos, con estrechos vínculos con Venezuela y el socialismo del siglo XXI.
Incluso con un vídeo del prófugo de la justicia ecuatoriana, Rafael Vicente Correa Delgado, apoyando a Pablo Iglesias.
La opción de 'libertad' que representaba Isabel Díaz Ayuso lo hacía con las credenciales que le daba un modelo de gestión de la pandemia mucho menos restrictivo que en otras regiones de España y países, permitiendo a los bares y restaurantes abrir, aunque sea con aforos limitados, y no admitiendo la falsa dicotomía entre salud y economía.
Las cifras, tanto de muertes y contagios por Covid como de incremento de la economía y el menor desempleo avalan su opción.
El triunfo de Ayuso puede dar a Ecuador algunas lecciones. En primer lugar representar a una derecha sin complejos ante la izquierda, que no cede ni un argumento ni un ápice ante la supuesta superioridad moral, que no tiene miedo a enfrentarse a los medios (mayoritariamente pro-izquierda) ni a los activistas ni a las mentiras.
En segundo lugar que ese enfrentamiento se ve avalado por una excelente gestión. Una buena gestión de la Comunidad de Madrid en la peor época de la pandemia, hecha con base en principios que no abandonó.
Entender que la libertad siempre es mejor opción que la prohibición, que los servicios a los ciudadanos son mucho más importantes que contentar a los medios o la oposición, que gestionar es priorizar, y lo prioritario no es lo que dicen algunos, sino las mayorías que no suelen protestar.
Isabel Díaz Ayuso representa una nueva generación en la derecha, o mejor dicho, en la no-izquierda, que gana frente a los medios y frente a los análisis politológicos trasnochados, con la bandera que esgrime muy orgullosa: libertad.
Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.
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