A pesar de las amenazas de recesión que penden sobre la economía norteamericana; del posible juicio y destitución del presidente Donald Trump y del pulso geopolítico que Estados Unidos mantiene con China en torno a sus flujos comerciales, el dólar norteamericano ha continuado subiendo. Así lo muestra el Índice Dólar (o Dollar Index) en el gráfico que se puede desplegar pulsando el siguiente enlace:
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El Índice Dólar (DXY en la jerga de los mercados) calcula el precio del dólar con relación a una canasta de monedas: el euro, el yen, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo.
Las tres primeras monedas –el euro, el yen y la libra– suman más del 80% del valor total de la canasta, por lo que podría decirse que los cambios en el DXY básicamente reflejan lo que sucede entre Estados Unidos y las economías europea, japonesa e inglesa.
El dólar imprimió su punto más bajo en marzo de 2008, con un precio de 70,71, casi 30% por debajo de su valor par con relación a las monedas antes señaladas.
Los libros de texto explican esta caída por un aumento desmesurado de la deuda pública norteamericana que, a su vez, se produjo por una escalada del gasto militar tras los ataques a las Torres Gemelas. Otro elemento que agravó la caída de la moneda norteamericana fue el estallido de la crisis financiera de aquel mismo año, provocada porque los tenedores de los bonos colateralizados con hipotecas 'sub prime' no pudieron cobrar su dinero.
Fueron años en los que el DXY mostró un comportamiento zigzagueante hasta que, en mayo de 2011, por fin comenzó a despegar. Desde aquel momento hasta ahora, el dólar ha respetado la trayectoria de las cuatro líneas de soporte (dibujadas en verde, en el gráfico de arriba) cuya pendiente es cada vez mayor. Que la pendiente de cada una de esas curvas sea cada vez más alta significa que el Índice Dólar ha ido creciendo cada vez más rápidamente.
¿De regreso a su valor par?
Durante octubre de 2019, el DXY ha registrado una leve caída que, en la jerga del mercado, se conoce como una “corrección”. Una vez terminada aquella corrección es previsible que el dólar continúe subiendo.
Mientras escribo estas líneas, el precio del dólar está ligeramente por debajo de par: 98,3. Si la tendencia alcista continúa, el próximo nivel que este precio podría alcanzar es de 100, un nivel que esta moneda no había registrado desde abril de 2017.
¿Qué tanto más podría seguir subiendo el DXY? El máximo registrado por este índice es de 104, durante los últimos años (en 2002 y en 2017, concretamente). Por el momento, es difícil –o poco probable– que el dólar pueda romper aquel máximo. Si lo hiciera, el mercado abriría la posibilidad de que el DXY llegue a niveles históricos de 109 o incluso más.
Hacia la baja, el DXY enfrentaría un “pivot” o punto de inflexión histórico de 97,23. Si aquel punto fuera vulnerado podríamos decir que el dólar habría emprendido algo más que una corrección: un nuevo descenso que, esta vez, sería prolongado.
En todo caso, el dólar norteamericano de hoy sigue dando muestras de salud y con pocas intenciones de bajar.
@GFMABest
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