Juan Cristóbal Lloret, Cristian Zamora y Paúl Carrasco son los rostros que dominan la escena política en Azuay tras las elecciones seccionales de 2023. Los tres inician este periodo con una tregua por la provincia, pero también con intereses particulares.
El cambio de autoridades dejó un nuevo escenario político en Azuay, con tres figuras fuertes que, por ahora, comparten protagonismo. Pero cada uno, por su lado, ha mostrado su interés en liderar la provincia.
Estas tres figuras son: el alcalde de Cuenca, Cristian Zamora; el prefecto del Azuay, Juan Cristóbal Lloret, y el gobernador de la provincia, Paúl Carrasco.
Los tres son políticos con recorrido. El de mayor experiencia es Carrasco, quien ha sido tres veces prefecto del Azuay.
Lloret se formó en la Revolución Ciudadana y ha sido gobernador y dos veces asambleísta. Zamora llegó a la Alcaldía casi en solitario, aunque ocupa cargos públicos desde 2014.
Cada uno tiene su propia bandera política, pero a los tres los une la idea de que en los últimos años Cuenca y Azuay "no tuvieron liderazgo".
"Se necesita recuperar el liderazgo local y levantar una voz desde el Austro", decía Lloret en campaña. "Cuenca volverá a tener un alcalde con liderazgo", ofrecía Zamora.
Apenas ganaron las elecciones, las dos autoridades empezaron a jugar sus cartas para ocupar ese vacío.
Zamora y Lloret van por un liderazgo regional
El 15 de marzo, durante el encuentro de más de 200 alcaldes y prefectos con el Gobierno, un evento desarrollado en Cuenca, Zamora tomó la delantera y habló a nombre de todo el Austro.
Le pidió al presidente Guillermo Lasso la declaratoria de emergencia vial, "no solo para Cuenca y el Azuay, sino para la región sur, tan olvidada a lo largo de la historia del país".
Días después, estuvo en primera fila en una marcha ciudadana por la vialidad. El día de la posesión ratificó sus intenciones de ser una voz que lidere, no solo desde Cuenca, sino en el Austro del país.
Lloret no se quedó atrás. Empezó a gestionar con el Gobierno respuestas a los problemas viales, uno de los mayores reclamos de los azuayos. También convocó a movilizaciones por la seguridad y asistió a la marcha del Primero de Mayo.
El día de la posesión, ratificó que levantará la voz por la provincia. "Junto con el alcalde de Cuenca y los demás alcaldes del Azuay, lideraremos la más amplia convocatoria en defensa de nuestros mandantes", expresó.
Carrasco entra en escena
A pocos días de que las nuevas autoridades asumieran sus cargos, apareció una tercera figura con la que Zamora y Lloret deberán compartir su protagonismo. Se trata de Paúl Carrasco, ahora representante del gobierno de Guillermo Lasso.
Carrasco llegó a reforzar la imagen del Gobierno en la provincia. Pese a no ganar en las últimas dos elecciones, todavía tiene una base de seguidores que lo convierte en uno de los políticos locales más populares.
En apenas 15 días, Carrasco ya apareció en el balcón de la Gobernación ante una muchedumbre y ha recorrido los sectores populares de Cuenca, liderando operativos policiales.
Tregua en Azuay
Aunque llevan distintas banderas políticas, la relación entre las nuevas autoridades de Cuenca y Azuay empieza bajo una tregua. Esto no ocurría desde 2009, cuando alcalde, prefecto y gobernador tenían una sola camiseta: la del correísmo.
Incluso, han dejado atrás viejas rencillas. Como la enemistad que hubo entre Paúl Carrasco y Juan Cristóbal Lloret, cuando el primero era el prefecto opositor al régimen de Rafael Correa y el segundo, su gobernador.
Los tres han hecho votos por un trabajo en conjunto. Zamora habla de un “abrazo institucional”, Lloret busca una gran mancomunidad y Carrasco pide un pacto de gobernabilidad.
“Dejemos de lado cualquier ego, interés particular, partidista, para que quizá, por primera vez, Cuenca y Azuay caminen con administraciones juntas”.
Cristian Zamora, alcalde de Cuenca
Pero, más allá de los intereses que comparten las nuevas autoridades, también hay objetivos particulares que dependen de su liderazgo, sobre todo, de cara a las nuevas elecciones.
Juan Cristóbal Lloret es el director provincial de la Revolución Ciudadana. Tiene la responsabilidad de fortalecer la organización, a la par de administrar la Prefectura.
Carrasco, en cambio, debe gestionar resultados para los reclamos de los azuayos y evitar un levantamiento en contra del Gobierno, como han anticipado los sectores ciudadanos y las autoridades locales.
Y, aunque no ha revelado cuál será su futuro político, Paúl Carrasco es un nombre que siempre suena cuando se avecinan los procesos electorales.
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