Dos horas de angustia y de terror vivieron los trabajadores de TC Televisión en Guayaquil, cuando un grupo armado de los Tiguerones ingresó a las instalaciones la tarde del 9 de enero.
El estudio de TC Televisión se convirtió en un santuario de súplicas y lágrimas de terror, cuando un grupo de 15 delincuentes del grupo de organizado Los Tiguerones irrumpió en las instalaciones para someter a periodistas, equipo técnico y trabajadores administrativos.
Eran las 14:00 del 9 de enero y la tarde ardía a 35 grados. Editores y periodistas de la estación televisiva estaban en la emisión de la tarde, cuando sujetos armados con metralletas y pistolas se tomaron el edificio con bombas y tacos de dinamita.
Los delincuentes llegaron en dos vehículos que ingresaron violentamente a las instalaciones, ubicadas en el norte de la ciudad, rompiendo la aguja de seguridad de la garita en la puerta principal de la calle Abel Romeo Castillo.
"Somos la mafia, todos al piso", gritaban los sujetos, que se identificaban como 'tigres', apuntando sus armas, mientras mujeres y hombres suplicaban por sus vidas.
Uno de los reporteros, con un fusil en la cabeza y un taco de dinamita en el bolsillo de su chaqueta, pedía a la Policía frente a las cámaras que no entraran al canal, por orden de los delincuentes, "porque los matamos a todos".
El momento se transmitía en vivo, como una escena de la película 'Asesinos por naturaleza', de Oliver Stone. Los 'tigres' intentaban enviar un mensaje al Gobierno para que derogara el estado de excepción y renunciara a los traslados de presos.
Pero no lo lograron. Uno de ellos hablaba por teléfono con 'la firma' para recibir instrucciones, en medio del caos en el estudio.
Los trabajadores suplicaban que no los mataran, que tenían hijos, esposas, esposos, padres y gritaban sus nombres como si fueran sus últimas palabras.
"No me quiero morir, por favor, ya, no me hagan daño".
Una productora de TC Televisión.
De inmediato se escucharon disparos adentro, uno de los cuales impactó en el cuerpo de un camarógrafo que resultó herido. Buscaban a un presentador de televisión, a un ejecutivo, a alguien que les sirviera como rehén ante la inevitable incursión policial.
Rompían todo lo que hallaban a su paso y rebuscaban en cajones. Subían y bajaban, hasta que supieron que los tenían rodeados. "Qué hacemos, mi firma, llegó la Policía", decía en tipo del teléfono. "Ya les mando refuerzos", respondió 'la firma', pero ya era tarde.
Cuando entraron los agentes, los sujetos usaban a seis personas como escudos humanos, quienes suplicaban por sus vidas, pero el aplomo policial logró doblegarlos hasta que soltaron las armas y se entregaron.
"Qué hacemos, mi firma, llegó la Policía".
Uno de los Tiguerones detenidos.
La pesadilla había terminado a las 16:00. Los uniformados evacuaron por grupos a los trabajadores y los escoltaron hasta la salida del canal, mientras peinaban el área, ya que los demás delincuentes se habían atrincherado en los baños.
En medio del caos, las lágrimas y los abrazos entre los compañeros de oficio, uno de los sujetos se había camuflado en el grupo. Estaba armado y corrió hacia un centro comercial cuando vio la oportunidad.
Sin embargo, los testigos lo identificaron y la Policía lo persiguió. Pero no estaba solo. Otros dos fueron detenidos en medio de disparos y la cifra se elevó a 13, entre ellos dos menores de edad.
La calma regresó cerca de las 17:00. Los agentes habían logrado rescatar ileso a todo el personal de TC Televisión, que sintió la fría presencia de la muerte. Ahora, a abrazar a la familia, que la adrenalina del oficio volverá a sentirse el lunes.
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