La gigantesca mina de Mirador no hizo la hidroeléctrica que ofreció, ¿qué impacto tiene para Ecuador en medio de los cortes de luz?

La puesta en marcha de Mirador, la mina de cobre más grande de Ecuador, tanto que puso al país en el ranking minero mundial, contribuyó a disparar la demanda de electricidad en el país, que ahora enfrenta una crisis eléctrica sin precedentes, con cortes de luz de 12 horas al día.

Era algo que se conocía desde el inicio del proyecto, dada su magnitud, por lo que la propia concesionaria de capitales chinos, Ecuacorriente, se comprometió en 2012 con el Estado ecuatoriano a construir una hidroeléctrica para autoabastecerse y así no afectar el suministro de electricidad del país. 

• Lea: Mirador desiste de construir su propia hidroeléctrica 

Han pasado 12 años de eso, pero la obra nunca se hizo y ahora los impactos se sienten en economía del país. ¿Qué pasó?

Construcción de hidroeléctrica está en el contrato

El contrato de explotación firmado en 2012 con el Ministerio de Energía de Ecuador, Ecuacorriente se comprometió a dos cosas relacionadas con el abastecimiento de electricidad. 

Lo primero fue cofinanciar la construcción de una línea de transmisión desde la subestación eléctrica de Taday (en Azuay) hasta Bomboiza (en Morona Santiago).

La inversión estimada en esa línea era de USD 60 millones, de los cuales USD 34 millones fueron aporte de Ecuacorriente. El resto fue financiado por la segunda mina a gran escala que hay en el país, Fruta del Norte, que produce oro y que está a cargo de la canadiense Lundin Gold.

Eso permitiría a estas gigantescas minas recibir la provisión de electricidad del Estado, a través del Sistema Nacional Interconectado.

En el caso de Fruta del Norte, el contrato siempre estableció que el Estado estaba obligado a proveerles de electricidad. 

Aun así, Fruta del Norte tiene un sistema propio de seis megavatios (MW). Es decir, se autoabastece casi en un 50%, ya que para operar requiere de 17 MW este momento.

Un caso distinto es la mina Mirador, que está a cargo de Ecuacorriente. En el Anexo I del contrato de explotación suscrito en 2012, Ecuacorriente se comprometió a construir su propia hidroeléctrica, llamada Santa Cruz, de 129 megavatios. 

La inversión inicial estimada para la hidroeléctrica era de USD 216 millones, que representa el 15% del total de la inversión que comprometió para todo el proyecto, que era de USD 1.439 millones.

Mirador ratificó que construiría la línea de transmisión y la hidroeléctrica en el contrato de inversión que firmó con el Estado en 2013.

En los anexos de los contratos también consta que el Estado estaba en la obligación de garantizar la electricidad a la mina solo durante cinco años, contados a partir de la puesta en marcha de la línea de alta tensión Taday-Bomboiza, lo que ocurrió a finales de 2019; o hasta que se construya la hidroeléctrica.

Ya no quiere construir la hidroeléctrica

Pero Ecuacorriente no solo que nunca construyó la hidroeléctrica, sino que ha realizado intensas gestiones para eliminar de sus contratos su obligación de levantar la hidroeléctrica. 

La primera comunicación en este sentido llegó al Ministerio de Energía el 16 de febrero de 2017, en la que Ecuacorriente señala que "el proyecto hidroeléctrico contemplado inicialmente ya no se requiere y no se construirá". 

La empresa lo justificó en que "existen varias hidroeléctricas que han entrado o entrarán en funcionamiento y que ofrecen energía eléctrica para el desarrollo del país". 

Pero el pedido no fue tomado en cuenta, pues en 2019 se firmó la primera adenda al contrato de explotación de la minera que mantuvo su obligación de construir la hidroeléctrica. 

Pese a eso, Ecuacorriente volvió a pedir al Ministerio de Energía el 21 de octubre de 2020. Ese pedido fue atendido el 16 de noviembre de 2021 por el entonces viceministro de Minas, Xavier Vera Grunauer, que hoy usa grillete y está llamado a juicio por cohecho.

Vera Grunauer pidió al Viceministerio de Electricidad que emita un pronunciamiento sobre si es necesaria o no la construcción de la hidroeléctrica. Eso motivó una serie de comunicados de distintas áreas del Ministerio de Energía que terminaron exhortando a la minera a cumplir con el contrato. 

Minera no se da por vencida

La minera no se dio por vencida. En las mesas de negociación que se instalaron en febrero de 2023 para realizar una nueva adenda al contrato, Ecuacorriente vio una nueva oportunidad para insistir en su pedido de no hacer la hidroeléctrica. 

Pero esta vez, el Viceministerio de Electricidad respondió, de manera categórica, sobre la necesidad de que Ecuacorriente, cumpla con su compromiso.

El Viceministerio de Electricidad advirtió el 23 de abril de 2023 al equipo negociador que solo podría garantizar la electricidad para Mirador hasta diciembre de 2024, por lo que desde enero del siguiente año se requería la operación inmediata del proyecto Santa Cruz. 

Como un proyecto de esta naturaleza tarda entre cuatro y cinco años en construirse, el Viceministerio recomendaba a Ecuacorriente que identifique otras alternativas para autoabastecerse como autogeneración termoeléctrica (con combustibles).

Mirador se desconecta por 19 días

Pero las estimaciones del Viceministerio se quedaron cortas. La actual ministra encargada de Energía, Inés Manzano, anunció el 16 de octubre de 2024 que pidió a Mirador desconectarse, en medio de una severa crisis que llevó al país a sufrir hasta 14 horas de cortes de luz. 

Mirador paralizó sus operaciones durante 19 días y recién reinició parcialmente sus actividades el 4 de noviembre pasado, tras el corte de luz.

La paralización de Mirador tiene importantes implicaciones para la economía del país y quienes dependen de esa operación, como proveedores y trabajadores.

De acuerdo con datos del Banco Central de Ecuador, las exportaciones mineras de concentrado de cobre, que principalmente se explican por la producción de Mirador, alcanzaron, en valor, los USD 689 millones entre enero y junio de 2024. Eso es el 42% de todas las exportaciones de productos mineros.

• Lea: Más producción y mejores precios empujan las exportaciones mineras

Considerando esas cifras, significa que Ecuador habría dejado de exportar alrededor de USD 68 millones en concentrado de cobre en los 19 días de paralización total de la mina, o lo que es igual a USD 3,8 millones diarios.

Por otro lado, la paralización de la mina debido a los cortes de luz tuvo efectos directos en todos los sectores que dependen de la actividad, como transportistas, restaurantes, empresas de servicios y más.

Mirador necesitará más electricidad

Tras la serie de gestiones de la empresa para no construir la hidroeléctrica, en mayo de 2023, Zhu Xuesheng, apoderado de Ecuacorriente y apoderado general del proyecto Santa Cruz, dijo en una carta enviada al entonces viceministro de Electricidad, Marcelo Jaramillo, que Mirador Norte demandará mayor energía y lo mejor sería generarla con la hidroeléctrica Santa Cruz.

Mirador demanda ahora una potencia de 83 MW y sus planes de ampliación de la mina cuando se complete Mirador Norte elevaría su demanda hasta 275 megavatios, según estimaciones del Ministerio de Energía. Eso es alrededor del 6% de la demanda de todo el país.

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Gobierno de Lasso casi elimina compromiso de hidroeléctrica

Pese a eso y a todas las implicaciones de no contar con Santa Cruz, el 18 de julio de 2023, durante el Gobierno de Guillermo Lasso, se suscribió un acta de cierre de negociaciones para modificar el contrato de explotación de Mirador en el que se planteó eliminar la obligación de Ecuacorriente de construir la hidroeléctrica.

El Ministerio de Energía designó como jefe negociador a Juan José Espinosa, entonces viceministro de Minas. Y, por parte del Estado, firmaron el entonces subsecretario de Minería Industrial, Rodrigo Aguayo; el director de Minería Industrial, Hernán Roberto Guasumba; y el director de Información y Transparencia de las Actividades Mineras, Emmanuel Delaune (actual gerente de la Empresa Nacional Minera).

Pero, aunque se firmó el acta, el contrato modificatorio no ha sido suscrito hasta ahora. Por lo tanto, para el exviceministro de Minas, Fernando Benalcázar, sigue vigente el contrato original que obliga a que construyan la central de generación eléctrica propia.

"No están cumplimiento con el contrato", dice Fernando Benalcázar, quien cuestiona la posición contradictora de la minera sobre la obra.

PRIMICIAS envió un pedido de información a Ecuacorriente el 7 de noviembre de 2024 sobre el futuro de la hidroeléctrica, pero no pudo obtener una versión inmediatamente.

El vicepresidente legal de la minera y jefe negociador de Ecuacorriente, Mauricio Núñez, dijo a PRIMICIAS el 21 de agosto de 2024 que había descartado la construcción de la hidroeléctrica debido al aumento de costos y a que el Ministerio de Energía otorgó permisos para otra planta en la misma área. 

Se refiere a la hidroeléctrica Hidroriente, sin embargo, el Viceministerio de Electricidad consideró en abril de 2023 que esa obra no interferiría con la central Santa Cruz, que se ubica aguas abajo.

Y recordó que el Estado está obligado, por la Constitución, a proveer los servicios públicos, como la energía, aunque no descartó buscar otras soluciones.

Así, en una misiva enviada el 19 de agosto de 2024, la minera le dice al Viceministerio de Minas que ha suscrito cartas de intención con siete empresas que estarían interesadas en desarrollar proyectos para proveerles de electricidad. 

Para Benalcázar solo son cartas de intención, pero no contratos en firme.

Qué pasará ahora

La actual viceministra de Minas, Rebeca Illescas, dijo a PRIMICIAS que "Mirador y todos los proyectos deben tener una solución propia de energía", pues "los que más pierden son los proyectos y el Estado con la paralización de actividades".

"Mirador y todos los proyectos deben tener una solución propia de energía"

Rebeca Illescas, viceministra de Minas

Y añadió que está "negociando una adenda al contrato de Mirador donde se ha contemplado la obligatoriedad de que tengan que invertir y solucionar este tema", que espera concretar en el corto plazo.