El origen del árbol de Navidad, data del siglo VIII. Hoy en día existen varias ciudades que marcan el inicio de la Natividad encendiendo los emblemáticos símbolos.
El árbol de Navidad es, sin duda alguno, uno de los emblemas más importantes de las celebraciones navideñas. Los primeros registros de su presencia en estas festividades datan del siglo VIII. El medio National Geographic, señala que su origen se debe a que el cristianismo adoptó ciertas costumbres paganas que se practicaban en el siglo VII a.C.
Aunque no existe un registro exacto de dónde se originó el árbol de Navidad, dos ciudades se disputan el título de pioneros: Tallin (Estonia), en 1441, y de Riga (Letonia), en 1510.
Con el pasar de los años la costumbre se ha mantenido y modernizado; y hoy en día, hay ciudades donde se anuncia el inicio de las celebraciones de Navidad al encender el árbol.
Una de estas es Nueva York donde el emblemático ‘Rockefeller Center‘ se viste de luces y color para anunciar la llegada de diciembre. Esta tradición nació en 1931 cuando un grupo de trabajadores junto dinero para comprar un abeto balsámico de 20 pies de altura, el mismo que decoraron con guirnaldas hechas a mano por sus familiares.
Dos años más tarde inicio la tradición del encendido de luces anual, donde cientos de personas tienen una cita para presenciar el espectáculo que cada año tiene como protagonista a un árbol natural procedente de diferentes ciudades.
Para 2021, la estrella de la noche será un abeto noruego de 24 metros que, desde el pasado 1 de diciembre, se iluminó con más de 50.000 luces multicolores.
Otro ícono famosos de las fiestas es el del monte Ingino. Aquí, se destinan 650 metros de la ladera y se utilizan 950 luces para dar forma al árbol más grande del mundo, título que se ganó en 1990.
Esta emblemática decoración está ubicado en el pequeño pueblo de Gubbio en Italia.
Asimismo, destaca el árbol de Vilnius, en Lithuania, conocido por su hermosa decoración cargada de luces y complementada por centenares de juguetes navideños. En el 2020, este adorno navideño se llevó el título del más surrealista de toda Europa.